¿Estado pequeño? ¿Estado árbitro? ¿Dónde? Los estados que todos los gobiernos neoliberales han construido, desde Reagan y Tatcher hasta FECAL y EPN son ESTADOS RAPACES. Los estados bajo el neoliberalismo han crecido monstruosamente en tamaño, presupuesto y funciones, todo con el fin de rapiñar la riqueza social en favor de un puñado de acreedores, proveedores, contratistas, extractores y maquiladores.
La división estado-reprime y capitalista-explota dejó de existir hace décadas, si no un siglo. El estado neoliberal es un estado que roba, explota y reprime al mismo tiempo que alimenta a los parásitos capitalistas.
No es la «libre» empresa la que rige la economía neoliberal. Es el estado rapaz. Es el estado diseñado para rapiñar. Es ese estado el que adquiere deuda, vende «bonos» y cobra impuestos para pagarlos, el que contrata obras inútiles y compra insumos sobrevaluados, el que usa la violencia para despojar recursos naturales y entregarlos a los parásitos mineros, petroleros y madereros, el que moviliza trabajadores del campo, cobra por ellos (poco) y se roba los salarios. Es ese estado el que cobra parte de mi salario y se lo entrega los parásitos banqueros, es el que invierte lo robado para construir más instrumentos de robo para sus parásitos: autopistas de peaje, espacios públicos privatizados, monopolios privados. Slim, Azcarraga y todos los parásitos que aparecen en las listas de Forbes, incluido el Chapo, no serían nada sin el estado. Toda su infraestructura y mercados cautivos fueron puestos (robados) por el estado rapaz. Ellos son los mantenidos del estado rapaz neoliberal.
La corrupción no es una falla anecdótica y marginal del sistema económico. La rapiña del estado en beneficio de parásitos capitalistas ES el sistema económico.
Esto es el capitalismo del siglo XXI. Esto ha sido el capitalismo desde hace más de 100 años. Así funcionó el capitalismo nazi. Así funciona el capitalismo mexicano. Y así funciona el capitalismo globalizado. Quien siga creyendo en el mito del «emprendedor» no se ha percatado de los últimos 100 años. Ni siquiera Steve Jobs sería nada sin la mano de obra prácticamente esclava que el fascista estado chino le proporcionó. Como el fascista estado aleman proporcionaba mano de obra judía a los parásitos capitalistas alemanes. Como el fascista estado mexicano proporciona mano de obra oprimida y amedrentada a los parásitos capitalistas en México.
Acreedores, contratistas, proveedores, extractores y maquiladores dominan nuestras violentas y castigadas sociedades contemporáneas. Ellos se enriquecen más y más en cada crisis, en cada guerra y en cada tragedia. Ellos han construido el estado gigante, violento y corrupto actual. Ellos y su estado tienen al planeta en guerra y crisis perpetua.
Recuperar nuestras vidas, nuestros países y nuestro planeta es desmontar ese estado y desarmar a los parásitos.
Juan Miguel Reyes Guerra