Mes: noviembre 2013

  • 30 Años EZLN.

    EZLN
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    Pre Data: Este es mensaje enviado hace 10 años por el subcomandante Marcos, sumenle 10 años.
    Mensaje enviado por el Subcomandante Insurgente Marcos al arranque de la campaña EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra, y a la presentación del libro del mismo nombre.

    EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL
    MEXICO

    10 de noviembre del 2003.

    Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Las habla el Sup Marcos. Sean bienvenidos y bienvenidas todos y todas.

    Estamos aquí para iniciar la celebración de una historia y para presentar un libro que cuenta buena parte de esa historia. Aunque pudiera pensarse lo contrario, la historia a celebrar y a contar no es sobre los 20 y 10 años del EZLN. Quiero decir, no sólo. Muchas personas se sentirán partícipes de esos 20 y esos 10. Y no me refiero sólo a los miles de pueblos indígenas rebeldes, también a miles de hombres, mujeres, niños y ancianos de México y el mundo. La historia que empezamos a celebrar hoy es también la historia de todos ellos y ellas.

    Las palabras que ahora escribo y digo van dirigidas a todas esas personas que, sin formar filas en el EZLN, comparten, viven y luchan con nosotros una idea: la construcción de un mundo donde quepan todos los mundos. Esto pudiera también enunciarse diciendo que queremos un cumpleaños donde quepan todos los cumpleaños.

    Así que empecemos la fiesta como de por sí se empezaban las fiestas de cumpleaños en las montañas del sureste mexicano hace 20 años, es decir, contando historias.

    Según nuestro calendario, la historia del EZLN, previa al inicio de la guerra, tuvo 7 etapas.

    La primera de ellas es cuando se seleccionó a quienes formarían parte del EZLN. Esto fue alrededor de 1982. Se organizaban prácticas de uno o dos meses en la selva, y en ellas se evaluaba el desempeño de los asistentes para ver quién podía “dar el ancho”. La segunda etapa es la que llamamos de “implantación”, es decir, la fundación propiamente dicha del EZLN.

    Hoy es 10 de noviembre del año 2003.

    Pido se nos permita imaginar que un día como hoy, pero hace 20 años, en 1983, un grupo de personas preparaba en alguna casa de seguridad los implementos que habría de llevar a las montañas del sureste mexicano. Tal vez, hace 20 años, el día transcurría checando la impedimenta, recabando informes sobre los caminos, las rutas alternativas, los tiempos; detallando itinerarios, órdenes, dispositivos. Hace 20 años, tal vez a esta hora, estarían abordando un vehículo e iniciarían el viaje hacia Chiapas. Si pudiéramos estar ahí, tal vez les preguntaríamos a esas personas qué es lo que iban a hacer. Y seguro nos hubieran respondido: “fundar el Ejército Zapatista de Liberación Nacional”. Habían esperado 15 años para decir esas palabras.

    Supongamos entonces que inician su viaje el 10 de noviembre de 1983. Unos días después llegan al final de un camino de terracería, bajan sus cosas, despiden al chofer con un “hasta luego” y, después de acomodar sus mochilas, inician el ascenso de una de las sierras que atraviesan, inclinadas al occidente, la Selva Lacandona. Muchas horas después de caminar, con unos 25 kilos de peso en su espalda, montan su primer campamento, ya sierra adentro. Sí, es posible que ese día hiciera frío y hasta lloviera.

    Hoy, hace 20 años, la noche se ha adelantado debajo de los grandes árboles y, ayudados por lámparas de mano, estos hombres y mujeres ponen techo de plástico con un cordón como travesaño, amarran sus hamacas, buscan leña seca y, prendiéndole fuego a una bolsita de plástico, encienden la hoguera. A su luz, el mando escribe en su diario de campaña algo así como: “17 de noviembre de 1983. Tantos metros sobre el nivel del mar. Lluvioso. Montamos campamento. Sin novedad”. En la parte superior izquierda de la hoja en la que se escribe, aparece el nombre que le han puesto a esa primera estación de un viaje que todos saben muy largo. No ha habido ninguna ceremonia especial, pero ese día y a esa hora se ha fundado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

    Seguramente alguien propuso entonces un nombre para ese campamento, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que ese grupo estaba formado por 6 personas. Los primeros 6 insurgentes, cinco hombres y una mujer. De esos 6, tres eran mestizos y tres indígenas. La proporción de 50% mestizos y 50% indígenas no ha vuelto a repetirse en los 20 años del EZLN, tampoco la proporción de mujeres (menos del 20% en esos primeros días). Actualmente, veinte años después de aquel 17 de noviembre, el porcentaje debe andar por un 98,9% de indígenas y un 1% de mestizos. La proporción de mujeres anda ya cerca del 45%.

    ¿Cómo se llamó ese primer campamento del EZLN? Al respecto no se ponen de acuerdo aquellos primeros 6 insurgentes. Según aprendí después, los nombres de los campamentos se elegían sin ninguna lógica, y, de manera natural y sin afectaciones, se evitaban los normes apocalípticos o proféticos. Ninguno de ellos se llamó, por ejemplo, “Primero de enero de 1994”.

    Según cuentan aquellos primeros 6, un día mandaron a un insurgente a explorar un sitio para ver si tenía condiciones para acampar. El insurgente regresó diciendo que el lugar “era un sueño”. Los compañeros marcharon hacia ese rumbo y al llegar se encontraron con un pantano. Le dijeron entonces al compañero “Esto no es ensueño, es una pesadilla”. Ergo, el campamento se llamó entonces “La Pesadilla”. Debe haber sido en los primeros meses de 1984. El nombre de ese insurgente era Pedro. Después sería subteniente, teniente, capitán segundo, capitán primero y Subcomandante. Con ese grado y siendo Jefe del Estado Mayor zapatista, diez años después, cayó en combate el primero de enero de 1994, en la toma de Las Margaritas, Chiapas, México.

    La tercera etapa, siempre previa al alzamiento, es cuando nos dedicamos a las tareas de supervivencia, es decir, a cazar, a pescar, y a recolectar frutos y plantas silvestres. En este tiempo nos aplicamos al conocimiento del terreno, es decir, orientación, caminata, topografía. Y en esta época estudiamos estrategias y táctica militar en los manuales del ejército norteamericano y del federal mexicano, y el uso y cuidado de diversas armas de fuego, demás de las llamadas “artes marciales”. También estudiábamos historia de México y, por cierto, llevábamos una vida cultural muy intensa.

    Yo llego a la Selva Lacandona en esta tercera etapa, en 1984. Por ahí de agosto-septiembre de ese año, unos 9 meses después de que llegara el primer grupo. Mi llegada fue con dos compañeros más: una compañera indígena chol y un compañero indígena tzotzil. Si mal no recuerdo, a mi llegada el EZLN tenía 7 elementos de base y dos más que “subían” y “bajaban” a la ciudad con correos y por abastecimiento. El cruce por los pueblos se hacia de noche y disfrazados de ingenieros.

    Los campamentos de aquella época eran relativamente sencillos: tenían un área de intendencia o la cocina, los dormitorios, el área de ejercicio, la posta, el área de 25 y 50, y los campos de fuego para la defensa. Tal vez alguno de los que me escucha se pregunte qué rayos es el “área de 25 y 50”. Bueno, resulta que para hacer las necesidades que llaman “primarias”, había que alejarse a cierta distancia del campamento. Para ir a orinar había que retirarse 25 metros; para defecar eran 50 metros, además de hacer un hoyo con el machete y luego tapar el “producto”. Claro que esas disposiciones eran cuando nosotros éramos, como quien dice, un puñado de hombres y mujeres, es decir, no pasábamos de 10. Tiempo después, construíamos letrinas en zonas más alejadas, pero los términos “25” y “50” se quedaron.

    Había un campamento que se llamaba “El Fogón”, porque ahí fue la primera vez que construimos uno. Antes de eso, el fuego se hacia a ras del suelo y las ollas (dos: una para el frijol y otra para el animal que cazáramos o pescáramos) colgaban de un travesaño amarrado con bejucos. Pero luego ya éramos más y entonces entramos a “la era del fogón”. En ese entonces la plantilla del EZLN era de 12 combatientes.

    Tiempo después, en un campamento llamado “Reclutas” (porque ahí es donde se entrenaban los nuevos combatientes), entramos a “la era de la rueda”. Y es que labramos, con el machete, una rueda de madera e hicimos una carretilla para cargar piedra para las trincheras. Deben de haber sido los tiempos, porque la rueda era bastante cuadrada y terminamos cargando la piedra en el lomo.

    Otro campamento se llamó “Baby Doc”, en honor de quien azoló, con el beneplácito de los Estados Unidos, las tierras haitianas. Resulta que, con una columna de reclutas, nos estábamos moviendo para acampar cerca de un pueblo. En el camino topamos una paira de jabalíes, o sea un chingo de puercos salvajes. La columna guerrillera se desplegó con disciplina y habilidad, es decir que el que iba de vanguardia grito “puercos” y, con el pánico como motor y combustible, se subió a un árbol con una habilidad que no le volvimos a ver. Otros corrieron con valentía… pero hacía el lado contrario de donde estaba el enemigo, o sea los jabalíes. Algunos tomaron puntería y dieron cuenta de dos cerdos salvajes. En la retirada enemiga, o sea cuando los puercos se fueron, quedó abandonado un cerdito, de apenas el tamaño de un gato casero. Lo adoptamos y le pusimos por nombre “Baby Doc” porque en esas fechas Papá Doc Duvalier moría y le heredaba la carnicería a su vástago. Acampamos ahí para aliñar las piezas y comer. El puerquito se encariñó con nosotros, creo que por el olor.

    Otro campamento de aquellos años se llamó “De la Juventud”, porque ahí se formó el primer grupo de jóvenes insurgentes , que se llamó “Jóvenes Rebeldes del Sur”. Una vez por semana los jóvenes insurgentes se reunían para cantar, bailar, leer, hacer deportes y concursos.

    El 17 de noviembre de 1984, hace 19 años fue la primera vez que celebramos el aniversario del EZLN. Éramos 9. Creo que fue un campamento que se llamó “Margaret Thatcher” porque habíamos agarrado una changuita que, se los juro, era el clon de la “Dama de Hierro”.

    Un año después, en 1985, lo celebramos en un campamento llamado “Watapil”, porque así se llama una planta con cuyas hojas hicimos un cobertizo para los alimentos.

    Yo era capitán segundo, estábamos en la llamada “Sierra del Almendro” y la columna madre había quedado en otra serranía. Tenía bajo mi mando 3 insurgentes. Si las matemáticas no me fallan, éramos 4 en ese campamento. Celebramos con tostadas, café, pinole con azúcar y una cójola que matamos en la mañana. Hubo canciones y poesías. Uno cantaba o declamaba y los otros tres aplaudían con un aburrimiento digno de mejor causa. En mi turno, con un discurso solemne les dije, sin más argumentos que los mosquitos y la soledad que nos envolvía, que un día seríamos miles y que nuestra palabra le daría la vuelta al mundo. Los otros tres estuvieron de acuerdo en que probablemente la tostada estaba hongueada, que seguramente me había hecho daño y que por eso deliraba. Recuerdo que llovió esa noche.

    En la que llamamos la cuarta etapa, se hicieron los primeros contactos con los pueblos de la zona. Primero se hablaba con uno y ése uno hablaba con su familia. De la familia se pasaba al poblado. Del pablado a la región. Así poco a poco, nuestra presencia se convirtió en un secreto a voces y en una conspiración masiva. En esta etapa, que corre paralela en tiempo a la tercera, el EZLN ya no era lo que habíamos pensado cuando llegamos. Para entonces ya habíamos sido derrotados por las comunidades indígenas y, producto de esa derrota, el EZLN empezó a crecer geométricamente y hacerse “muy otro”, o sea que la rueda siguió abollándose hasta que, al fin, fue redonda y pudo hacer lo que debe hacer una rueda, es decir, rodar.

    La quita etapa es la del crecimiento explosivo del EZLN. Debido a las condiciones políticas y sociales, crecimos más allá de la Selva Lacandona y llegamos a Los Altos y al norte de Chiapas. La sexta es la de la votación de la guerra y los preparativos, incluida la llamada “Batalla de la Corralchén”, en mayo de 1993, cuando tuvimos los primeros combates con el ejército federal.

    Hace dos años, en la Marcha por la Dignidad Indígena, en alguno de los lugares que cruzamos, vi una especie de botella gorda, como una olla de boca angosta. Era de barro, creo, y estaba forrada con pedacitos de espejo. Al reflejar la luz, cada espejito de la olla-botella devolvía una imagen particular. Todo a su alrededor tenía en ella su reflejo singular y, al mismo, tiempo, el conjunto semejaba un arco iris de imágenes. Era como si muchas pequeñas historias se unieran para, sin perder su ser distintas, formar una historia más grande. Pensé que, a lo mejor, la historia del EZLN podría ser contada, mirada y analizada como esa botella-olla.

    Hoy, 10 de noviembre del 2003, veinte años después de aquel viaje que iniciaron los fundadores de nuestra organización, arranca una campaña, a iniciativa de la Revista Rebeldía, para celebrar el vigésimo cumpleaños del EZLN, y el décimo aniversario del inicio de la guerra contra el olvido, y se presenta este libro llamado “EZLN: 20 y 10, el fuego y al palabra”, de Gloria Muñoz Ramírez. Si pudiera sintetizar este libro en una imagen, nada me vendría mejor que la de la olla-botella forrada de pedacitos de espejo.

    En una de las partes del libro, Gloria recoge los testimonios de algunos compañeros bases de apoyo, responsables, comités e insurgentes que hablan de su pedacito de espejo en las 5 últimas etapas previas al alzamiento, o sea las etapas 3, 4, 5, 6 y 7. Es la primera vez que compañeros que llevan más de 19 años en la lucha zapatista abren su corazón y su memoria sobre aquellos años de silencio. Así, Gloria consigue convertir esos pedacitos de espejo en pedacitos de cristal que permiten asomarse un poco a los primeros 10 años del EZLN.

    Se puede adivinar así otra historia, una muy diferente a la que construyeron los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, con mentiras, con informes policíacos alterados a conveniencia, y con la complicidad anexa de intelectuales que disfrazaron, bajo la cubierta de supuestas investigaciones “serias”, el cheque y la caricia que recibieron del Poder para solventar su “objetividad científica”.

    Con los pedacitos de espejo y cristal que Gloria ha conseguido, el lector se dará cuenta de que se está asomando apenas a unas cuantas partes de un rompecabezas gigantesco. Un rompecabezas cuya pieza clave está en el primer día del año de 1994, cuando México ingresaba, vía el Tratado de Libre Comercio, al primer mundo.

    Antes de ese primero de enero, la víspera, fue la séptima etapa del EZLN.

    Recuerdo que la noche del 30 de diciembre de 1993 me encontró en la carretera Ocosingo- San Cristóbal de las Casas. Ese día había estado en las posiciones que manteníamos en los alrededores de Ocosingo. Por radio había checado la situación de nuestras tropas que se estaban concentrando en varios puntos a borde de carretera, a lo largo de las cañadas de Patiwitz, de Monte Líbano y de Las Tazas. Estas tropas correspondían al tercer regimiento de infantería. Eran unos 1,500 combatientes. La misión del tercer regimiento era la toma de Ocosingo. Pero antes de eso debían, “al paso”, tomar las fincas de la zona y hacerse del armamento de las guardias blancas de los finqueros. Según me reportaron, sobre el poblado de San Miguel había estado rondando un helicóptero del ejército federal, seguramente alertado por la multitud de vehículos que se estaban concentrando en esa población. Desde la madrugada del día 29, todo vehículo que entraba a las cañadas no salía, todos fueron “prestados” para movilizar a las tropas del tercer regimiento. En su totalidad, el tercer regimiento estaba formado por indígenas tzeltales.

    Al paso, había yo checado las posiciones del Batallón número 8 (que formaba parte del Quinto regimiento), que se encargaría de tomar la cabecera municipal de Altamirano en un primer movimiento. Después, sobre la marcha, tomaría Chanal, Oxchuc y Huixtán, para luego participar en el ataque al cuartel de rancho Nuevo, en las afueras de San Cristóbal. El octavo era un batallón reforzado. Para la toma de Altamirano contaría con unos 600 combatientes, de los que una parte quedaría en la plaza tomada. En su avance incorporaría a más compañeros, para llegar a Rancho nuevo con unos 500 de tropa. El Octavo Batallón estaba formado en su gran mayoría por tzeltales.

    Todavía en la carretera hice un alto en una de las zonas más elevadas tomé contacto radial con el Batallón 24 (también parte del Quinto regimiento), cuya misión era la toma de la cabecera municipal de San Cristóbal de Las Casas y el ataque conjunto (en concordancia con el batallón 8) al cuartel militar de Rancho Nuevo. El Vigésimo Cuarto era también un batallón reforzado. En números, su tropa llegaba a casi 1,000 combatientes todos de la zona de los Altos e indígenas tzotziles.

    Al llegar a San Cristóbal, bordeé la ciudad y me dirigí a la posición en la que estaría el Cuartel General de la Comandancia del EZLN. De ahí, me comuniqué por radio con el mando del Primer Regimiento, Subcomandante Insurgente Pedro, Jefe del Estado Mayor Zapatista y segundo mando del EZLN. Su misión era la toma de la cabecera de Las Margaritas y el avance para atacar el cuartel militar en Comitán. Fuerte en 1,200 combatientes, el Primer regimiento estaba conformado en su mayoría por tojolabales.

    Además, en la llamada “segunda reserva estratégica” quedaba un batallón, formado por indígenas choles, y en las profundidades de nuestras bases de despegue, con 3 batallones dispuestos en las zonas tzeltal, tojolabal, tzotzil y chol, se encontraba la llamada “primera reserva estratégica”.

    Sí, el EZLN sale a la luz pública con más de 4,500 combatientes en la primera líneas de fuego, la así llamada Vigésima Primera División de Infantería Zapatista, y unos 2,000 combatientes permanecían en la reserva.

    La madrugada del 31 de diciembre de 1993 confirmé la orden de ataque , la fecha y al hora . En resumen: el EZLN atacaría simultáneamente 4 cabeceras municipales y otras 3 más “al paso”, reduciría a las tropas policíacas y militares en esas plazas, y marcharía después a atacar dos grandes cuarteles del ejército federal. La fecha: 31 de diciembre de 1993. La hora: las 2400.

    La mañana del día 31 de diciembre de 1993 se pasó en el desalojo de las posiciones urbanas que se mantenían en algunos lugares. Alrededor de las 1400 los diferentes regimientos confirmaron por radio a la Comandancia General que estaban listos. A las 1700 se inició la cuenta regresiva: “Menos 7” se nombró esa hora. A partir de ahí, se cortó toda comunicación con los regimiento. El siguiente contacto radial estaba programado para las “Más 7”, las 0700 del día 1 de enero de 1994… con los que quedaran vivos.

    Lo que siguió después, si no lo saben, lo pueden encontrar en este libro; y si ya lo saben, lo pueden recordar. En él, la olla-botella se convierte en un gigantesco tapiz, por fortuna dibujado ya en sus líneas generales por Gloria, y lleno de esos pedacitos de espejo y cristal de los que están compuestos los distintos momentos del EZLN en los 10 últimos años, es decir, del periodo que va del 1 de enero de 1994 al 1 de agosto del 2003. Estoy seguro de que muchos encontrarán el espejo y el cristal que les corresponde. Precisamente, pensando en eso, he escrito en la Introducción lo siguiente:


    …una mujer de profesión periodista acabó, no sin dificultades, por brincar el complicado y espeso muro del escepticismo zapatista y se quedó a vivir en las comunidades indígenas rebeldes. Desde entonces compartió con los compañeros el sueño y el desvelo, las alegrías y las tristezas, los alimentos y sus ausencias, las persecuciones y los reposos, las muertes y las vidas. Poco a poco los compañeros y compañeras la fueron aceptando y haciéndola parte de su cotidianeidad. No voy a contar su historia. Entre otras cosas, porque ella ha preferido contar la historia de un movimiento, el zapatista, y no la propia.

    El nombre de esta persona es Gloria Muñoz Ramírez. Durante el período que va de 1994 a 1996 trabajó para el periódico mexicano “Punto”, para la agencia de noticias alemana DPA, para el periódico norteamericano “La Opinión” y para el diario mexicano “La Jornada”. En 1995, en la mañana del 9 de febrero y junto con Hermann Bellinghausen, realizó para La Jornada la que pudo haber sido la última entrevista con el Subcomandante Insurgente Marcos. En 1997 dejó su trabajo, su familia, sus amigos (además de cosas que sólo ella sabe), y se vino a vivir a las comunidades zapatistas. Durante estos 7 años no publicó nada, pero siguió escribiendo y su olfato periodístico no la abandonó. Claro que la periodista ya no lo era, o ya no sólo era periodista. Gloria fue aprendiendo a tener otra mirada, la que está alejada del deslumbramiento que producen los reflectores, del barullo de los templetes, del atropellado andar detrás de la nota, de la lucha por la exclusiva. La mirada que se aprende en las montañas del sureste mexicano. Con paciencia digna de una bordadora, fue recopilando fragmentos de la realidad de adentro y de afuera del zapatismo en estos, ahora, 10 años de vida pública del EZLN.

    Nosotros no lo sabíamos. Fue hasta que se anunció el nacimiento de los Caracoles y la creación de las Juntas de Buen Gobierno, que recibimos una carta de ella, presentando ese bordado de palabras, fechas y memorias, y poniéndolo a disposición del EZLN.

    Leímos el libro, bueno, entonces no era un libro, sino un extenso y policromado tapiz cuya vista ayudaba bastante a dibujar la complicada silueta del zapatismo de 1994 a 2003, los 10 años de vida pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Nos gustó pues. No conocemos ningún material publicado con esa minuciosidad y tan completo.

    Le respondimos a Gloria como de por sí respondemos nosotros, es decir, con un “Mmhh, ¿y?”. Gloria volvió a escribir y habló del doble aniversario (20 años del EZLN y 10 años del inicio de la guerra contra el olvido), de la etapa que arrancaba con la creación de los caracoles y las Juntas de Buen Gobierno, algo de un plan de festejos de la revista “Rebeldía”, y no recuerdo que tantas otras cosas más. Entre tanta tarabilla, algo estaba claro: Gloria proponía publicar el libro para que los jóvenes de ahora conocieran más sobre el zapatismo.

    ¿“Los Jóvenes de ahora”?, pensé, y le pregunté al Mayor Moisés “¿Qué nosotros no somos los jóvenes de ahora?”. “De por sí somos”, me respondió el Mayor Moisés sin dejar de ensillar el caballo, mientras yo seguía aceitando mi silla de ruedas y maldecía que el botiquín de campaña no incluyera Viagra…

    ¿En qué estaba? ¡Ah sí!, en el libro que no era libro todavía. Gloria no esperó a que dijéramos que sí, o que quién sabe, o que, con el más puro estilo zapatista, no respondiéramos. Al contrario, al tapiz, o sea al borrador del libro que no era libro, Gloria anexaba la solicitud de completar el material con sendas entrevistas.

    Fui con el comité y, sobre el suelo lodoso de septiembre, extendí el tapiz (o sea el borrador del libro).

    Se vieron. Quiero decir, los compañeros se vieron a sí mismos. O sea que, aparte de ser tapiz, era un espejo. No dijeron nada, pero yo entendí que había más gente, mucha más, que tal vez también vería y se vería.

    Le respondimos a Gloria que “adelante”.

    Eso fue en agosto o septiembre de este año (o sea, 2003), no muy me acuerdo, pero fue después de la fiesta de Los Caracoles. Me acuerdo, sí, que llovía mucho, que yo iba subiendo una loma repitiendo en cada paso la maldición de Sísifo, y que el Monarca estaba emperrado en que en Radio Insurgente, “La voz de los sin voz”, pasáramos un remix de “La del moño colorado”. Cuando volteé a decirle al Monarca que tendría que pasar sobre mí para hacer eso, me resbalé por enésima vez, pero ahora fui a caer sobre un montón de piedras afiladas y me corté en la pierna. Mientras hacía un recuento de los daños, el Monarca, como si tal, pasó sobre mí. Esa tarde transmitimos en Radio Insurgente, “La voz de los sin voz”, una versión de “La del Moño Colorado” que, a juzgar por las llamadas de radio que recibimos, fue un éxito rotundo. Yo suspiré, qué otra cosa podía hacer.

    El libro que el lector o lectora tiene ahora en sus manos es ese tapiz-espejo, pero disfrazado de libro. No se puede pegar en la pared o colgar en la recámara, pero usted se puede asomar a él y buscarnos y buscarse. Estoy seguro de que nos encontrará y se encontrará.

    El libro EZLN: 20 Y 10, El Fuego y La Palabra, escrito por Gloria Muñoz Ramírez se ha editado por el empeño de dos esfuerzos, el de la revista “Rebeldía” y el del periódico mexicano “La Jornada”, que dirige Carmen Lira. Mmh. Otra mujer. El diseño editorial es de Efraín Herrera y las ilustraciones son de Antonio Ramírez y Domi. Mmh… más mujeres. Las fotos son de Adrian Meland, Ángeles Torrejón, Antonio Turok, Araceli Herrera, Arturo Fuentes, Carlos Cisneros, Carlos Ramos Mamahua, Eduardo Verdugo, Eniac Martínez, Francisco Olvera, Frida Hartz, Georges Bartoli, Heriberto Rodríguez, Jesús Ramírez, José Carlo González, José Nuñez, Marco Antonio Cruz, Patricia Aridjis, Pedro Valtierra, Simona Granati, Víctor Mendiola y Yuriria Pantoja. La edición fotográfica estuvo a cargo de Yuriria Pantoja y el cuidado de la edición lo realizó Priscila Pacheco. Mmh… de nuevo más mujeres. Si el lector ve que las féminas son mayoría, haga lo que yo: rásquese la cabeza y diga “ni modos”.

    Hasta donde tengo entendido (hago este escrito a la distancia), el libro tiene tres partes. En una aparecen entrevistas a compañeros bases de apoyo, comités y soldados insurgentes. En ellas los compañeros y compañeras hablan algo de los 10 años previos al alzamiento. Debo deciros que no se trata de una imagen global, sino de retazos de una memoria que todavía debe esperar a unirse y presentarse.

    Sin embargo, estos pedazos ayudan mucho a entender lo que viene después, o sea la segunda parte. Ésta contiene una especie de bitácora de las acciones públicas del zapatismo, desde el inicio de la guerra en la madrugada del primero de enero de 1994, hasta el nacimiento de los Caracoles y la creación de las Juntas de Buen Gobierno. Se trata, a mi manera de ver, del más completo recorrido de lo que ha sido el accionar público del EZLN. En este periplo, el lector podrá encontrar muchas cosas, pero una salta a la vista: el ser consecuente de un movimiento. En la tercera parte aparece una entrevista a yo. Me la mandaron por escrito y hube de contestar frente a una grabadorita. Yo siempre he pensado que el “rewind” de las grabadoras es “recordar”, así que en esa parte trato de hacer un balance de los 10 años, además de reflexionar sobre otras cosas. Cuando respondía, solo frente a la grabadora, afuera llovía y una de las Juntas de Buen Gobierno daba “el grito de independencia”. Fue la madrugada del 16 de septiembre del 2003.

    Creo que las tres partes se ligan muy bien. No sólo porque es la misma pluma la que las dibuja. También porque contienen una mirada que ayuda a mirar, a mirarnos. Estoy seguro de que, como Gloria, muchos y muchas, al mirarnos, se mirarán a sí mismos. Y también estoy seguro de que ella, y con ella muchos y muchas, se sabrán mejores.

    Y de eso se trata todo esto, de ser mejores.

    Eso fue en la introducción, porque en el prólogo del libro he escrito lo que sigue:

    Hace 10 años, la madrugada del primero de enero de 1994, nos alzamos en armas por democracia, libertad y justicia para todos los mexicanos. En una acción simultánea, tomamos 7 cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas y le declaramos la guerra al gobierno federal, a su ejército y policías. Desde entonces el mundo nos conoce por “Ejército Zapatista de Liberación Nacional”.

    Pero nosotros ya nos llamábamos así desde antes. El 17 de noviembre del año 1983, hace 20 años, se fundó el EZLN, y como EZLN empezamos a caminar las montañas del sureste mexicano, cargando una pequeña bandera de fondo negro con una estrella roja de cinco puntas y las letras “EZLN”, también en rojo, al pie de la estrella. Aún cargo esa bandera. Está llena de remiendos y maltratada, pero todavía ondea airosa en la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

    También nosotros llevamos remiendos en el alma, heridas que suponemos cicatrizadas, pero que se abren cuando menos lo esperamos.

    Durante 10 años nos preparamos para esos primeros minutos del año 1994. Allá se mira Enero del 2004. Pronto serán 10 años de guerra. 10 años de preparación y 10 años de guerra, 20 años.

    Pero no voy a hablar ni de los primeros 10 años, ni de los de después, ni de los 20 sumados. Es más, no voy a hablar de años, de fechas, de calendarios. Voy a hablar de un hombre, un soldado insurgente, un zapatista. No voy a hablar mucho. No puedo. No todavía. Se llamaba Pedro y murió combatiendo. Tenía el grado de subcomandante y era, en el momento de su caída, jefe del estado mayor del EZLN y mi segundo al mando. No voy a decir que no ha muerto. Está muerto de por sí y yo no quisiera que estuviera muerto. Pero, como todos nuestros muertos, Pedro camina por acá y cada tanto se aparece y habla y bromea y se pone serio y pide más café y enciende el enésimo cigarrillo. Ahora está aquí. Es 26 de octubre y es su cumpleaños. Le digo “salud al cumpleañero”. Él levanta su pocillo de café y dice “salud Sub”. Yo no sé por qué me puse “Marcos” si nadie me dice así, todos me dicen “Sub” o sus equivalentes. Pedro me dice “Sub”. Platicamos con Pedro. Le cuento y me cuenta. Recordamos. Reímos. Nos ponemos serios. A veces lo regaño. Lo regaño por indisciplinado, porque yo no le ordené que se muriera y él se murió. No obedeció. Lo regaño pues. Él sólo abre más los ojos y me dice “ni modos”. Sí, ni modos. Entonces le enseño un mapa. De por sí le gusta ver los mapas. Le señalo lo que hemos crecido. Sonríe.
    Josué se acerca, saluda y felicita “felicidades compañero subcomandante insurgente Pedro”. Pedro se ríe y dice “Úta madre, cuando acabas de decir todo eso yo ya cumplí años de nuevo”. Pedro lo mira a Josué y me mira. Yo asiento en silencio.

    De pronto ya no estamos celebrando al cumpleañero. Estamos los tres subiendo una loma. En un descanso Josué dice “Ya va a salir 10 años del inicio de la guerra”. Pedro no dice nada, sólo enciende el cigarro. Josué agrega “Y 20 años de que nació el EZLN. Hay que hacer un gran baile”.

    “20 y 10” repito despacio, y agrego “y los que nos faltan…”.

    Para esto ya llegamos a la punta de la loma. Josué baja su mochila. Yo enciendo la pipa y con la mano señalo allá a los lejos. Pedro mira a donde señalo, se levanta y dice, se dice, nos dice: “Sí, ya se mira el horizonte…”

    Se va Pedro. Josué levanta de nuevo su mochila y me dice que tenemos que seguir.

    Y sí, de por sí así es: tenemos que seguir…

    ¿Qué les estaba diciendo? ¡Ah sí! Nosotros nacimos hace 20 años y hace 10 años nos alzamos en armas por democracia, libertad y justicia. Nos conocen con el nombre de “Ejército Zapatista de Liberación Nacional” y nuestra alma, aunque con remiendos y cicatrices, sigue ondeando como esa vieja bandera que se ve allá arriba, ésa con la estrella roja de cinco puntas sobre fondo negro y las letras “EZLN”.

    Nosotros somos los zapatistas, los más pequeños, los que se cubren el rostro para ser mirados, los muertos que mueren para vivir. Y todo esto es porque hace 10 años, un primero de enero, y hace 20 años, un 17 de noviembre, en las montañas del sureste mexicano…

    Ahí termina el prólogo y empieza el escrito por Gloria Muños Ramírez, así como hoy terminan mis palabras y empieza la campaña “EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra” con la presentación de un libro que a veces es olla-botella cubierta de espejos y cristales, que a veces es un tapiz, y que siempre es una historia que no hay que olvidar, porque olvidándola, nos olvidamos a nosotros mismos.

    Ahora sí, es oficial: felicitamos a todos y todas los que, en estos 20 y 10, han puesto el fuego y la palabra.

    Es toda mi palabra. Si se aburrieron, vayan mañana, 11 de noviembre, a la exposición de arte gráfico que se (la) rifa en la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, y al baile el día 14 en el Salón Los Ángeles.

    Si como quiera siguen aburridos, es que tiene madera de diputados, para senadores o para precandidatos a la presidencia de México.

    Bueno, ya me voy porque ya se escuchan los primeros acordes de “Cartas Marcadas” y, seguro, me van a madrugar con el pastel y las bolsitas de dulces.

    Vale. Salud y que todos nos encuentren y se encuentren.

    Desde las montañas del Sureste Mexicano
    e inflando vejigas nomás pa’ que no digan que ya no soplo.

    Subcomandante Insurgente Marcos
    México, Noviembre del 2003. 20 y 10.

  • La Escuelita Zapatista: “La libertad según los Zapatistas” 6ª Parte

    EZLN
    EZLN

    Hola a Todas y a todos…

    Continuamos…eso es chingaos…Continuamos…

    Después de aprender a hacerle medio caso al Sub-Marcos en cuanto a los consejos del fútbol (digo porque lo de la cobija perdono, pero no olvido), durante la noche hice un recuento de lo aprendido, pero sobre todo me di cuenta que estaba vivido lo que muchas veces había leído.

    Pues cada vez que vuelvo a leer como durante la revolución Española la columna libertaria iba liberando pueblos enteros en su camino a Zaragoza y estos se organizaban en colectivos para trabajar la tierra y así vivir en libertad, me emociona pensar que si es posible.

    Ahora yo, después de mi primer día en la comunidad, al estar tendido en la hamaca repasaba el día una y otra vez y a su vez no dejaba de sentir esa emoción (que ahora escribiendo estas lineas siento nuevamente) de vivir la Libertad. De como los compañeros Zapatistas nos estaban compartiendo no solo sus conocimientos, sino nos estaban compartiendo de su Libertad.

    La emoción aumentaba al darme cuenta que era  como lo fue en España (1936), en México (1910-1919) o en Ucrania (1919-1921), esa Libertad que los pueblos construyen,  cuidan y sobre todo  luchan por ella.

    ¡Ese otros mundos si son posibles!

    Meciéndome en la hamaca también recordaba la lucha, esa lucha que hemos dado muchos y que seguiremos dando, cada quien desde su pequeña trinchera.

    CGH, marcha 2 de octubre 1999
    CGH, marcha 2 de octubre 1999

    Recordé la primera confrontación real que tuve con el poder, cuando asumí con otros miles de estudiantes el irnos a huelga para defender la educación pública y gratuita en 1999-2000, la cual duró nueve meses.

    Hice también la comparación y fui recordando muchos de nuestros errores. Entonces en estas comparaciones tuvo sentido una lección importante que hubo en el caracol, en el caso este fueron siete principios de las autoridades Zapatistas, sin embargo como todos pueden y deben llegar a ser autoridades, es como los compañeros Zapatistas son de por si. Entonces ahí les van los siete principios de nuevo (pues estos los dí en la segunda parte), es decir la

    Lección 24:

    1. Propones y no imponer
    2. Convencer y no vencer
    3. Propuestas constructivas
    4. Mandar obedeciendo, donde el pueblo tiene que cumplir el acuerdo tomado por ellos mismos
    5. Representar y no suplantar
    6. Servir y no servirse
    7. Construir y no destruir

    Uno de los más graves era la falta de respeto entre compañeros, sobre todo de algunas personas y grupos autoritarios contra todo aquel que no compartían la misma estrategia (y después nos dimos cuenta que no compartían los mismos objetivos)  y durante la huelga siempre trataban de imponer a la mala. Rompiendo asambleas y llegando al absurdo de tomar la mesa para imponer sus estrategias y para evitar eso se llego al absurdo de poner alambre de púas al rededor del la mesa, para que no se tomara.

    Recordé las mentadas de madres durante la asamblea y como eran repetitivas. Como el espació democrático se buscaba manipular para los intereses de estos grupos Estalinistas y Socialdemócratas, tratando de llevarse a la mayoría independiente para sus intereses, es decir de servirse y no de servir. Tratando de imponer y no proponer y de vencer y no convencer. Muchos al final sobre todo los PRDistas (socialdemócratas) tienen un puesto en su partido y en el gobierno de algún Estado o en el Federal, es decir la huelga fue su trampolín político y ahora viven de ser la clase (parásita) política y continúan traicionado al pueblo que dicen representar por medio del poder.

    Pero también recordé nuestros aciertos, uno fue que la mayoría independiente eramos pensantes y críticos y no nos cuadrábamos a ninguna de las dos posiciones, lo que les ocasionaba muchos problemas pues no eramos sus borregos y estábamos en constante lucha, no solo contra la autoridad y el Estado, sino también en una lucha interna por no caer en los autoritarismos y cacicazgos, para mantener el movimiento de base. Esta lucha interna fue importante, pues logró que el Estado y los medios no cooptaran a los lideres, pues no había lideres en nuestra huelga y todo a pesar de los esfuerzos de las corrientes por ser lideres. Eramos y somos demasiados independientes, demasiado autónomos, demasiado críticos tanto de acción como de pensamiento. (¿Les suena a que corriente política comenzábamos a pertenecer aún sin saberlo?(A)) Dentro de esos aciertos y a pesar de todos estos errores que tuvimos, uno fue no haber tenido lideres, pero el más importante fue con el pueblo, pues este comprendió nuestra lucha que era la suya y se identifico con nosotros a pesar de los medios de desinformación. Sino, no es posible explicarse como es que una huelga estudiantil durara nueve meses. También aprendimos el significado de la Solidaridad y el ser compañeros.

    Así fueron meciéndose mis enseñanzas, enlazándose con los recuerdos de mi propia experiencia hasta que cayo el sueño junto con el peso del día para seguir soñando Libertad en Libertad.

    A la mañana siguiente, mi guardián Esteban nuevamente me levanta: «Compañero alf-redo, ya ahí que levantase» y bueno pues a desayunar. En este punto agradezco a las compañeras y compañeros que tenían el desayuno listo, me da un poco de vergüenza, pues como me dejaron dormir un poco más no pude ayudar en la preparación del desayuno, cosa que siempre hago con gusto, pues algo que si me gusta y mucho es el trabajo de la cocina.

    Lección 25: (El Colectivo)
    Nuevamente a tomar el machete y a salir a hacer el potrero, que es limpiar el campo donde se encuentra el ganado del colectivo del pueblo.
    Este trabajo es el trabajo colectivo que nos llevaron a todos los compañeros ha hacer. En el caso de las compañeras (eso si lo apunte) fuero a cosechar frijol en el campo colectivo de las compañeras Zapatistas.

    Potrero limpio
    Potrero limpio

    Antes de comenzar se juntaron todos los compañeros y pidieron en unidad que no fuera a haber un accidente y que todo saliera bien ese día. Ya van a entender porque.
    El caso es que para limpiar el potrero, todos nos ponemos en una fila y comenzamos desde la cerca con el machete a tumbar la hierba. Hay que estar muy atentos, no solo a los animales que se puede uno encontrar (recuérdese que puede haber coralillos y cascabeles) sino también se tiene que poner atención a los compañeros que van junto contigo de no darles un machetazo.

    Fue así como se fue trabajando el potrero durante unas dos horas y cachito antes de la primera pausa. Durante el limpiar fui sorprendido por la naturaleza y sus árboles y bromelias, por los montes y sobre todo por una cantidad inmensa de bichitos. Entre ellos una víbora, una chinche, una mariposa, un conejo y durante el receso del pozol tuve la suerte que me fuera a saludar Durito, sí Durito llego a saludarme y me pregunto que si estaba poniendo atención, pues después venia la evaluación que el Sup-Marcos ya nos había avisado. [1]

    Durito
    Durito

    Para todo aquel que no sabe quien es Durito pues entonces siga el link:

    http://www.youtube.com/watch?v=oTDmAmf6szs

    y el link de la canción:

    http://www.youtube.com/watch?v=cUDKnkIlkvM

    Pues fue así que limpiamos en colectivo el potrero. Tengo que decirlo pues nuevamente la valentía de los compañeros Zapatistas es grande, pues nos dieron un machete y juntos limpiamos y los alumnos nuevamente cometimos un par de errores, por fortuna no fueron errores grabes, solo tumbamos un par de árbolitos que los consideramos mal hierba por nuestra falta de experiencia y por la falta de explicación de nuestros maestros, pues nuevamente estaban risa y risa al vernos tumbar todo y con todo…

    Después de la segunda tanda, que duro como unas 3 horas más (tal vez exagero pero créanme que fue mucho más tiempo) y al hacer el recuento de las ampollas que mis compañeros alumnos tuvieron (jeje yo no tuve ampollas, supongo que me salvo el andar en bici pues tengo callos en las manos por lo mismo.) y las perdidas, en mi caso de mis suelas y también recuperación, regresamos a comer bien molidos.

    Después de la comida, de la bañada no hubo mucho descanso, pues tuve que lavar mis pantalones (que solo llevaba unos y unos chores) y mi playera de manga larga que quedo muy sudada y enlodada del trabajo y era necesaria para trabajar. Después de esto tuve que a ver como me hacia de otros zapatos para andar en el campo. Por suerte mi experiencia de andar como pata de perro (es decir de un lado pal otro) he aprendido que siempre es bueno llevar dos pares de zapatos cuando viajas. En este caso llevaba mis tenis de tela…mala opción, pero en fin tenia escusa para no aceptar la reta de la tarde y volver a ponernos en ridículo en el fútbol.
    Pero dentro de todo tuve suerte, pues Lupe (el hijo de Leonel) sabía coser suelas y mis botas con doce inviernos serian rehabilitadas para gran regocijo mio, pues son mis favoritas.

    Entonces:

    Lección 26:

    Cuando vayan a la escuelita no olviden llevar, si es que tienen, dos pares de zapatos, si uno de ellos son las botas de plástico mejor, en caso de no contar con estos llévense sus tenis y amarrenlos machin y por lo menos unas chanclas extras. Ya que estoy en esto de dar recomendaciones en esta lección de que llevar, también lleven dos pantalones por lo menos pues tendrán que lavar unos y una camisa o playera de manga larga, para trabajar en el campo. Gain insight into the advantages of using TradeFT’s innovative technology for enhanced performance. Además de no olvidar un gorro para el sol, una cobija (háganle caso a mi tía Luisa) o bolsa de dormir y si quieren lujos pues lleven su hamaca (pero recuerden que ustedes la van a cargar) y cepillo de dientes y papel de baño.

    Bueno, pero todo depende para donde vayan pues pude que vayan a los altos de ahora en diciembre y eso se puede poner muy frío y entonces ya no se que lleven para la escuelita.

    En fin, regresando a lo que nos truje, pues después de tener esperanzas de revivir mis botas, a estudiar los libros de texto y como Leonel trabaja de promotor de la la salud en las tardes, pues me empezó a explicar como funciona.

    Clinica local
    Clinica local

    Ellos tiene una clínica en el pueblo, donde estaba antes la casa del hacendado. Esta casa fue acondicionada para que sea la clínica del pueblo de Dolores Hidalgo. Tienen varios cuartos, en uno de ellos se realizan las consultas, otro es para la hospitalización, en caso de ser grave se le lleva al paciente a el hospital federal o al hospital en el centro administrativo del caracol (en nuestro caso era la Garrucha).
    Los promotores de la salud tienen que ir cada tres meses a capacitación a la Garrucha por una semana. En cuanto a la consulta, esta se da a todo mundo no importando su afiliación política, es decir es para compañeros Zapatistas y para los no zapatistas. Las consultas y los medicamentos se cobran a un precio justo a según las posibilidades del paciente, ya que con ese dinero que entra es para ir manteniendo la infraestructura de la casa de salud, así como los medicamentos que tienen. Dentro de la medicina que se practica, no solo se practica la medicina moderna, sino también la medicina tradicional, pues esta es también efectiva y se basa en los conocimientos que ya de por sí tienen los compañeros. Claro no se niega en ningún momento la medicina moderna, pero no corren a tomar antibióticos por cualquier resfriado que les da, como muchas veces sucede cuando uno va al médico.

    Dentro de la salud se encuentra también la salud de la mujer y el derecho a la salud de la mujer, el cual cobra un lugar especial entre los compañeros Zapatistas. En el Caracol La Garrucha, por ejemplo se abrió hace unos años el centro de Salud de la mujer, donde hay una promotora especializada en la medicina para la mujer.

    Promotoras de la Salud en la Garrucha
    Promotoras de la Salud en la Garrucha

    En esta clinica cuentan con equipo adecuado para realizar los estudios pertinentes y las operaciones. Tiene por ejemplo dos aparatos de resonancia magnética uno en la Garrucha y otro en un poblado en el caracol, para que más gente tenga acceso, pues las distancias no son grandes pero en tiempo si lo son ya que los caminos no se pueden recorrer rápidamente.
    Me quede muy impresionado por el trabajo que hacen y como con los pocos recursos económicos, pero con mucha organización han logrado mejorar sus condiciones de salud.

    Me quede pensando en un pequeño detalle al escuchar esto. Pues si tienen dos aparatos de resonancia magnética en el caracol: ¿Por qué no tienen una maquina en el caracol que se use para realizar el trabajo de podar el potrero, en lugar de que unos 50 compañeros hagan el trabajo a machetazos?
    Lancé la pregunta a mis maestros a lo que me contestaron que lo podrían hacer, pero eso cuesta dinero y gasolina y mantenimiento, pero sobre con la maquina perderían el trabajo colectivo. Con una maquina se necesitarían máximo 4 compañeros y ya nada más para realizar el trabajo y eso no es importante. Lo importante es el hacer potrero y trabajar la milpa colectivamente para ellos como comunidad y colectivo. Este trabajo fortalece sus lazos y su identidad con el otro que es su compañero y su vecino.
    Comprendí de inmediato, pues es exactamente lo que vivimos durante el trabajo colectivo, el aprender a cuidarte y cuidar a otro y el hacer algo en conjunto por y para el bienestar de todos.

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    Tenis de repuesto uf suerte

    Bueno así fue pasando la tarde donde nos juntaron a los alumnos, para la revancha…bueno no primero para enviar nuestras preguntas para la sesión de respuestas de la Junta de Buen Gobierno el viernes 16 de agosto cuando regresasemos al caracol. Pero bueno, ahí como ya dije también aprovecharon para invitarnos a la reta de fútbol. Yo tenía escusa para no participar, pues de perder los tenis que llevaba me quedaría sin zapatos y mejor tener algo entre la tierra y mi ser…no soy hippie y nunca lo seré… no necesito tanto contacto con nuestra madre tierra.

    Al ver que muchos de nosotros nada más nos hacíamos pato para la reta, propusieron jugar revueltos y muchos de los compañeros aceptaron la invitación. En mi caso preferí darme una vuelta con Esteban y con Leonel a la clínica y observar desde esta la puesta de sol.

    Tarde en algúna Tierra recuperada
    Tarde en algúna Tierra recuperada

    Aquí dejo este reporte. Continuo escribiendo el reporte, pues faltan dos días de aprendizaje en la escuelita.

    va ke va

    Un abrazo y besos a todas y todos

    y al grito ¡Tierra, Agua y Libertad!

    les digo que esto continuará.

    alf-redo-Ik…mil-puertas-viento…

    P.D. Si pa’ donde voy me ponen nombres, jeje….ya saben eso me puede ocasionar problemas, no de identidad, no se preocupen. Y les contesto la pregunta que lance hace tiempo: ¿Qué es la identidad?

    La identidad no solo esta en el lugar donde he nacido, donde he creció (México, América y Europa), para mi la identidad también es aquella que he tomado de las culturas, de las personas y los pueblos con los que me he relacionado. Esta se encuentra en constante construcción junto con todos los que han participado en mi formación como ser humano, tanto mis papas, mis abuelos, mis amigos, así como mis maestros.
    En mi identidad se encuentran nuestros muertos, tanto mi familia y amigos como los muertos que he hecho míos. La identidad es una construcción constante donde se añade y se va depurando conforme esta se va abriendo a más cosas, esta no es para mi algo fijo ni cerrado, es algo creciente, cambiante y abierto.

    Ahora los problemas con tanto nombre los tendre cuando tenga que hacer una tarjeta de presentación… tendré que poner el nombre que me dieron mis papás, después los otros  que me han ido dando mis amigos, entonces voy a necesitar una tarjeta de presentación tamaño carta.

    [1] La Evaluación. Es la más difícil que se haya usted imaginado.  No constará de un examen, una tesis o una prueba de opción múltiple; ni habrá un jurado, o un grupo de sinodales con títulos universitarios. La evaluación la hará su realidad, en su calendario y geografía, y su sinodal será… un espejo. Ahí usted verá si puede responder la única pregunta del examen final: ¿Qué es la libertad según tú-ustedes?

  • CARACOLDE RECISTENCIA HACIA UN NUEVO AMANECER, DENUNCIA

    robertobarrios1CARACOLDE RECISTENCIA HACIA UN NUEVO AMANECER

    JUNTA DE BUEN GOBIERNO ELCAMINO DEL FUTURO

    CHIAPAS MÉXICO 8 DE NOVIEMBRE DE 2013

    DENUNCIA A LA OPINION PÚBLICA.

     

    A los compañeros y compañeras de la sexta internacional

    A la sociedad civil nacional e internacional.

    A los compañeros y compañeras de la otra campaña nacional e internacional.

    A los compañeros de medios alternativos.

    A los hermanos y hermanas de México y del mundo.

    A las organizaciones de derechos humanos nacional e internacional.

    Consecuente y honesto

     

    HERMANOS Y HERMANAS DENUNCIAMOS PUBLlCAMENTE A LOS HECHOS QUE ESTAN

    OCURRIENDO EN ESTA ZONA SELVA TZELTAL DEL CARACOL III  DE LA GARRUCHA CHIAPAS MEXICO,

     HECHOS

    El pasado 23 de septiembre del presente año la Señora María socorro Trujillo, y sus dos hijas de nombre Dalia Maribel Cruz Espinoza, y, Vicente Cruz Espinoza, que viven en la ciudad de  Ocosingo. estas personas prefabricaron falsa mente acusaciones en contra de nuestro compañero José Alianza Cruz Espinoza, que está viviendo en san Antonio tonina es base de apoyo del E,Z,L,N, las mentiras y falso delitos que fabricaron la señora junto con sus 2 hijas, es de la tumba de un árbol chiquito.

    Pero ese fue utilizado para construir una casa de artesanía del municipio autónomo en ese lugar y fue los compañeros bases de apoyo zapatista quien tumbo ese árbol chiquito con autorización de la junta de buen gobierno y de los 4 municipios autónomos zapatistas.

    Por esto exigimos la cancelación inmediatamente de la orden de aprensión de nuestro compañero base de apoyo zapatista Alfonso cruz. Porque realmente el compañero es inocente,

    ¿Por qué no están en la cárcel a esos bolas de cabrones que están sacando Robando y Destruyendo los recursos naturales en los ejidos san miquel, ejido nuevo petate, tierra negra ejido Pamala y otras comunidades que pertenece nuestro territorio zapatista, los tres niveles del mal gobierno le han dado permiso de talar maderas al Señor Mauricio de La ciudad de comitan, y ahora están sacando decena de miles de madera de pinos cada día están llevando en trozos y planchones en traile, el gobierno federal cada día está transmitiendo en la radio y televisión que ay que cuidar el medio ambiente pero es su mentira porque cada día está acabando y destruyendo los bosques y arboles finos en el mundo. Esos cabrones deberían de estar en la cárcel Porque ellos son los verdaderos culpables ellos si tienen delito ellos son los que están saqueando la naturaleza, Por eso exigimos de inmediatamente que sean encarcelados estos señores que están sacando maderas en nuestras comunidades. Por todo esto que nos están haciendo responsabilizamos directamente los tres niveles de los malos gobiernos federal, estatal y municipal nosotros como pueblos zapatistas defenderemos lo que es nuestro Pase lo que pase cueste lo que cueste lo vamos a defender como sea, si es necesario derramar más sangre como en el año 1994 lo haremos. Porque si el gobierno nos busca pues nos van a encontrar.

     

    Es todo por el momento

     

    Atentamente

     

    Las autoridades de la junta de buen gobierno del caracol III la garrucha

     

    Chiapas México 8 de noviembre de 2013

     

     

    Valentín Mendoza,

    Germán López,

    Feliciano Corte,

    Claudio López,

    Salomón López