Grabamos el cuento de el Sol salió de noche, cuento publicado en este Blog. Aquí les dejo la liga al cuento: https://tierraylibertad.org/index.php/2009/04/y-el-sol-salio-de-noche/
Para Mafalda y Azur, esperando que toda la vida sigan tomando el cielo por asalto.
Mafalda y Azur toman el cielo por asalto
– Anda, que hoy hay plan.
– ¿Cuál tú?
– ¡Vamos a tomar el cielo!
– Pero no hay condiciones.
– Bueno ¿y?, pues lo tomamos por asalto y ya está.
Así salieron Azur y Mafalda a tomar el cielo por asalto, como dos piratas, convencidos de que no hay de otra, que el cielo se tiene que tomar por asalto.
La condiciones no eran realmente favorables pero la decisión ya estaba tomada.
Fue así que sacaron el papalote (mariposa, volantín o cometa) con cuidado y desenrollaron un poco de hilo.
Primero Azur sostenía el papalote y Mafalda sostenía el hilo. Cuando Mafalda salía corriendo Azur soltaba el papalote y para salir corriendo tras Mafalda. Corrían y corrían colina abajo y tomaban el cielo por asalto, eran piratas de eso de verdad, pues el papalote volaba a pesar de no haber viento, pero tenían que parar la carrera poco antes de llegar al río que era donde acababa el asalto. Catch forex highs with pound and rand. fx highs . Trade the big pairs.
Entonces regresaban al punto de partida y va de nuevo. Ahora Azur corría con el papalote y Mafalda al lado de él y de nuevo tomaban el cielo por asalto hasta que se puso el sol.
Así son lo piratas toman el cielo aunque las condiciones no sean favorables.
– ¿y mañana?- Pregunte yo.
– lo volveremos a tomar- respondió Mafalda y Azur.
Pues sí, así afirmó un día soleado Mafalda y señalaba el cielo azul. Yo con una sonrisa le dije que el cielo no era agua, pero ella repitió su afirmación:
-El cielo es de agua.
Pantin, Galicia.
Al principio fue todo relativamente sencillo, pues no quería entrar en detalles y le dije que en el cielo había aire pero no agua. Pero no, la afirmación era contundente:
-El cielo es de agua.
Me vi forzado a desempolvar un poco mi memoria y buscar datos que ayudaran a mi explicación. Fue así que recite los datos que recordaba de mis clases de física y astronomía. Le expliqué de manera muy sencilla que en la atmósfera lo que hay es aire que son gases que son partículas pequeñitas.
Pero mi explicación no le pareció lo suficiente y re insistió:
-El cielo es de agua.
Yo al ver que no la convencía le lancé la pregunta que yo tanto temía cuando Mafalda la hacía:
-¿Por qué es el cielo de agua?
Ella me respondió casi extrañada: – Pues porque es azul y el agua es azul.
A lo que me vi forzado a buscar argumentos, excavando aún más en mis recuerdos para encontrar los datos. Fue así que le conté que el color del cielo es el resultado de la luz del sol dispersándose por las partículas en la atmósfera superior. El cielo se ve azul ya que la onda de luz del sol al entrar en la atmósfera chocan contra las partículas del aire, que son gases, y se dispersan en todas las direcciones. Al tener la luz azul una onda más corta choca más fácilmente con las partículas de la atmósfera, mientras las otras ondas evaden el choque por ser más largas. Por esta razón la onda azul se dispersan más fácilmente en las partículas de aire y es por eso que vemos el cielo de color azul. Le expliqué que era algo parecido a lo que pasaba cuando la luz blanca choca con una pared roja y las luz roja era la que era reflejada y las otras no. También le explique que el agua se ve azul pues es como un espejo que refleja al cielo azul.
Pero ella movió la cabeza negando y me repitió:
-El cielo es de agua, porque es azul como el agua y además sino como explica uno que cuando llueve cae agua del cielo.
Me vi forzado a volver a mis datos y contarle que nuestra atmósfera está formada por gases y el agua se encuentra en forma de nubes, es decir de forma gaseosa en el cielo y cuando llueve cambia a la forma liquida y cae a la tierra.
Poniendo cara de paciencia como cuando se habla con alguien que no entiende, Mafalda me siguió explicando:
-Mira que sí, que cuando llueve es que el agua cae a la tierra, pero no siempre cae a la tierra otras veces se cae para arriba y cuando no hay nubes podemos ver clarito que el cielo es de agua, pues se ve azul y está allá arriba el agua.
Con una sonrisa le dije que no era así, que arriba de nuestra atmósfera se encuentra el espacio exterior y que allí hay muy pocos gases, es más, hubo un tiempo que se consideraba vacío y se le llamaba éter. Sin embargo, ahora sabemos que no está del todo vacío, que está compuesto de radiación electromagnética, partículas cósmicas, neutrinos sin masa y lo que se le ha denominado como materia oscura y si es el caso que haya hidrógeno no necesariamente hay agua.
Note que mis datos y explicaciones no llegaban a convencerla pues después de un rato volvió a afirmar:
-El cielo es de agua. Mira que el cielo es de agua pues es azul y es por eso que llueve y cae agua del cielo y esta está allá arriba en el cielo y hay veces que llueve para abajo y otras para arriba que es cuando se evapora el agua, pues es lo que he observado.
Ante la negativa de dejarse convencer le dije que eso era falso. Ella volteó y me dijo:
-Mira que ya te explique yo, que es lo que he observado y tu no entiendes.
Yo le dije que era ella la que no entendía que el cielo no es de agua.
«Dedico este cuento a todas esas personas que a pesar de la adversidad luchan, también a Quique y a mi padre.»
Al lado de la ventana el sillón y en él Gustavo Martínez, sentado, observando la calle desde la ventana.
Ya hace tiempo que no salía a la calle, ya hace tiempo que ni siquiera le daba la vuelta a la manzana y ya hace tiempo el aire dentro del cuarto le era pesado, a pesar de tener la ventana abierta.
Pero pues como no podía caminar sin apoyarse le era difícil salir a la calle sin ayuda. Para esto los doctores y fisioterapeutas le había recomendado usar una andadera, pero como son las cosas en los servicios de salud pública, la andadera todavía no llegaba y ya habían pasado más de dos semanas de cuando le habían dicho que llegaría la andadera y él seguía esperándola.
La andadera…
Pero ¿cómo había llegado a este estado?
Fue hace tiempo que un buen día despertó en el cuarto del hospital y nada, ya no podía pararse ni para ir al baño. Gustavo no recordaba como había llegado ahí, el solo recordaba que antes de despertar, antes de recuperar la conciencia, él estaba en camino, en la carretera, en un autobús.
Recordaba como en un sueño el camino en el autobús y como de un sueño sin sueños despertó en el cuarto del hospital pegado a la cama sin poder parase, sin poder moverse.
Pues así fue, un accidente en el camino, en la carretera, donde casi deja la vida Gustavo, donde casi la vida se le escapa. En el lugar del accidente ya todos lo daban por muerto cuando llegó la ambulancia, pero tuvo suerte, pues un rescatista insistió en llevarslo al hospital a pesar que todos los otros lo daban por muerto o bueno casi muerto.
Pues si, tuvo suerte pues fue por esa necedad del rescatista que llegara al hospital y fue por eso que se entero su tío, quien recorrió kilómetros y kilómetros para estar junto a Gustavo y ver como se le podía ayudar.
Y nuevamente en el hospital los médicos ya no daban mucha esperanza y el tío de Gustavo a moverse y moverse para lograr cambiarlo de hospital y de lugar, pues en ese hospital no iban a ayudar más a Gustavo. No porque no quisieran sino porque no tenían los medios. Fue así que el tío de Gustavo logro llevarlo al hospital de la capital, a pesar de todas la trabas posibles que le puso la burocracia. Fue así que Gustavo se salvo. Por la necedad de un rescatista y de su tío, quienes no perdieron la esperanza.
Ahora, ya habían pasado muchos meses de esa angustia, de esa lucha por su vida, ahora estaba en casa vivo, pero sin poder andar, esperando la andadera.
En este punto de la narración todo sabemos lo que hizo Gustavo mientras esperaba la andadera. Lo sabemos, pues no puede ser de otra manera, pues sino no estaríamos contando su historia y a pesar que todos sabemos que es lo que sucedió nosotros no queremos dejar de contarla pues nos es importante.
Como ya lo hemos dicho, a pesar de tener la ventana abierta, el aire dentro del cuarto ya le era insoportable a Gustavo y la impaciencia se apoderaba cada momento un poquito más de él. Fue entonces cuando tomo la decisión de salir a la calle sin andadera.
Fue así que Gustavo se levanto y apoyándose primero en la cama, después en los muebles, en la pared llegó a la puerta y salió del cuarto, cruzó el departamento para abrir la puerta de entrada o salida.
Bajo las escaleras más bien colgado del barandal y al llegar a la puerta del zaguán la abrió y salió a la calle.
En la calle recargado en el marco de la puerta pudo observar a la gente como iba y venia a paso apresurado, sin detenerse sin mirar ni observar nada que no fuera el destino ciego de quien camina sin pensarlo y sin percatarse del hecho que esta caminando, pues el caminar solo es un medio, medio del cual Gustavo ya no gozaba en su totalidad. Catch oil price shifts with this news. oil shifts . Boost your energy trades.
Gustavo observo a la gente, a la calle, la puerta del zaguán y trato de ver su ventana desde abajo.
Se preguntaba como se vería su ventana desde allá abajo, como lo vería la gente desde la calle, si es que alguien observaba. Pero desde el zaguán no se tenia un buen ángulo para poder ver su ventana.
Para verla, tenia que alejarse un poco de la pared y del zaguán y para realmente verla era mejor tendría que verla desde el otro lado de la calle. Así fue que por esta curiosidad Gustavo se aventuro a caminar apoyado de la pared a la esquina. Una esquina extraña; tal vez; extraña pues tenía un semáforo peatonal y no siempre hay esos semáforos en todas las esquinas.
Al llegar a la esquina se impuso de la pared al poste del semáforo tomándose con las dos manos de él y espero a que se pusiera en verde.
Verde y Gustavo se lanzo al abismo del crucero…
Caminaba sin poder doblar las rodillas, sin tener cosa alguna en donde apoyarse, tambaleándose a cada paso y cada paso era un logro y el semáforo cambió como con la prisa de los transeúntes y del transito, como con la prisa que el mundo entero lleva y no se ha percatado de Gustavo quien se encontraba en medio del crucero donde ya no había retorno, donde solo era posible el adelante, ahí se encontraba Gustavo.
Así que continuo su andar a pesar de la impaciencia de los vehículos motorizados, a pesar que ellos llevaban prisa y el verde les daba el derecho de vía.
Pero ¿cuál es el derecho de vía cuando alguien como Gustavo va cruzando la vía?
No les quedo más remedio que esperar a que Gustavo cruzara.
Al alcanzar el otro lado del crucero, Gustavo se tomo del poste del semáforo con sus dos manos, fatigado volteo al frente y nos regalo una gran sonrisa.
Nosotros lo vimos, regresamos la sonrisa y bajamos la cabeza en silencio en señal de respeto, admiración y saludo…y Gustavo volteo a ver su ventana desde donde esperaba su andadera.
Esa fue y es la historia de la que fuimos testigos.
Un encuentró del Sub-Marcos con Durito en 1995, cuando el gobierno mexicano traiciona el diálogo y lleva un ataque contra los Zapatistas el comunicado completo de ese entonces se encuentra en el siguiente link:
Fue el décimo día, ya con menos presión. Me alejé un poco para poner mi techo e instalarme. Iba yo viendo hacia arriba, buscando un buen par de árboles que no tuvieran gajo encima. Por eso me sorprendí cuando escuché, a mis pies, una voz que gritó:»Hey, cuidado!»
Durito
No vi nada al principio, pero me detuve y esperé. Casi inmediatamente se empezó a mover una hojita y, debajo de ella, salió un escarabajo que empezó a reclamar:¿Por qué no se fija dónde pone sus bototas? Estuvo a punto de aplastarme! gritó.
Ese reclamo se me hacía conocido.
¿Durito? aventuré.
Nabucodonosor para usted! No sea igualado! contestó indignado el pequeño escarabajo.
Ya no me cupo duda.
¡Durito! ¿Ya no te acuerdas de mí?
Durito, quiero decir, Nacucodonosor, se me quedó viendo pensativo. Sacó una pequeña pipa de dentro de sus alas, la llenó de tabaco, la encendió y, después de una bocanada grande que le arrancó una tos nada saludable, dijo:
Mmmmh, mmmh.
Y luego repitió:
Mmmh, mmmh.
Yo sabía que eso iba a tardar, así que me senté. Después de varios «mmmh, mmh», Nabucodonosor, o sea Durito, exclamó:
¿Capitán?
Ese mero! dije yo, satisfecho de verme reconocido.
Durito (creo que, después de ser reconocido, podía llamarlo de nuevo así) empezó una serie de movimientos de patitas y a las que, en lenguaje corporal de los escarabajos, viene siendo como una danza de la alegría y que a mí siempre me ha parecido una especie de ataque de epilepsia. Después de repetir varias veces, con énfasis distintos, «¡Capitán!», Durito se detuvo al fin y me lanzó la pregunta que tanto temía:
¿Traes tabaco?
Bueno, yo… alargué la respuesta para darme tiempo a calcular mis reservas.
En eso llegó Camilo y me preguntó:
¿Me llamaste, Sup?
No, nada… Estaba yo cantando y… y no te preocupes, puedes irte respondí con nerviosismo.
Ah, bueno dijo Camilo y se retiró.
¿Sup? preguntó extrañado Durito.
Sí le dije. Ahora soy subcomandante.
¿Y eso es mejor o peor que Capitán? insistió Durito.
Peor le dije y me dije.
Cambié rápidamente de tema y le tendí la bolsa de tabaco diciendo:
Aquí traigo un poco.
Para recibir el tabaco, Durito realizó nuevamente su danza, ahora repitiendo «¡gracias!» una y otra vez.
Pasada la euforia tabacalera, iniciamos la complicada ceremonia del encendido de la pipa. Yo me recosté sobre la mochila y lo quedé viendo al Durito.
Estás igual le dije.
Tú, en cambio, te ves bastante maltrecho me respondió.
Es la vida dije quitándole importancia.
Durito empezó con sus «mmmh, mmh». Al rato me dijo:
¿Y qué te trae por aquí después de tantos años?
Bueno, estuve pensando y, como no tenía nada qué hacer, me dije que por qué no dar una vuelta por los viejos lugares y así saludar a los amigos viejos respondí.
Viejos los cerros y reverdecen! reclamó indignado Durito.
Después siguió otro rato de «mmmh, mmmh» y de sus miradas inquisitivas.
Yo no pude más y le confesé:
La verdad es que nos estamos replegando porque el gobierno lanzó una ofensiva en contra nuestra…
¡Corriste! dijo Durito.
Yo traté de explicarle lo que es un repliegue estratégico, una retirada táctica, y lo que se me ocurrió en ese momento.
Corriste dijo Durito, ahora con un suspiro.
Bueno sí, corrí ¿y qué? dije molesto, más conmigo mismo que con él.
Durito no insistió. Se quedó callado un buen rato. Sólo el humo de las dos pipas tendía su puente. Minutos después dijo:
Parece que hay algo más que te molesta, y no sólo lo de la «retirada estratégica».
La verdad es que me molesta que no estábamos preparados. Y no estábamos preparados por mi culpa. Yo creí que el gobierno sí quería el diálogo y entonces había dado la orden de que empezaran las consultas para los delegados. Cuando nos atacaron nosotros estábamos discutiendo las condiciones del diálogo. Nos sorprendieron. Me sorprendieron… dije con pena y coraje.
Durito seguía fumando, esperó a que yo terminara de contarle todo lo ocurrido en los últimos diez días. Cuando terminé, Durito dijo:
Espérame.
Y se metió debajo de una hojita. Al rato salió empujando su pequeño escritorio. Después fue por una sillita, se sentó, sacó unos papeles y los empezó a revisar con aire preocupado.
Mmmh, mmh decía a cada tanto de papeles que leía. Después de un tiempo exclamó:
¡Aquí está!
¿Aquí está qué cosa? pregunté intrigado.
¡No me interrumpas! dijo serio y solemne Durito. Y agregó:
Pon atención. Tu problema es el mismo que tienen muchos. Se refiere a la doctrina económica y social conocida como «neoliberalismo»…
«Lo que me faltaba… ahora clases de economía política», pensé. Parece que Durito escuchó lo que pensaba porque me regañó:
¡Sssht! ¡Esta no es una clase cualquiera! Es la cátedra por excelencia.
A mí me pareció exagerado eso de «la cátedra por excelencia», pero me dispuse a escucharlo. Durito continuó después de unos «mmmh, mmmh».
¡Es un problema metateórico! Sí, ustedes parten de que el «neoliberalismo» es una doctrina. Y por «ustedes» me refiero a los que insisten en esquemas rígidos y cuadrados como su cabeza. Ustedes piensan que el «neoliberalismo» es una doctrina del capitalismo para enfrentar las crisis económicas que el mismo capitalismo atribuye al «populismo». ¿Cierto? Durito no me deja responder.
¡Claro que cierto! Bien, resulta que el «neoliberalismo» no es una teoría para enfrentar o explicar la crisis. ¡Es la crisis misma hecha teoría y doctrina económica! Es decir que el «neoliberalismo» no tiene la mínima coherencia, no tiene planes ni perspectiva histórica. En fin, pura mierda teórica.
Qué raro… Nunca había escuchado o leído esa interpretación dije con sorpresa.
¡Claro! Como que se me acaba de ocurrir en este instante! dice con orgullo Durito.
¿Y eso qué tiene qué ver con nuestra huida, perdón, con nuestro repliegue? pregunté dudando ya de tan novel teoría.
¡Ah! ¡Ah! ¡Elemental, mi querido Watson Sup! No hay planes, no hay perspectivas, sólo i-m-p-r-o-v-i-s-a-c-i-ó-n. El gobierno no tiene constancia: un día somos ricos, otro día somos pobres, un día quiere la paz, otro día quiere la guerra, un día ayuna, otro día se atasca, en fin. ¿Me explico? me inquiere Durito.
Casi… titubeo yo y me rasco la cabeza.
¿Y entonces? pregunto yo al ver que Durito no continúa con su disertación.
Va a explotar. ¡Pum! Como globo que se infla demasiado. Eso no tiene futuro. Vamos a ganar dice Durito mientras guarda sus papeles.
¿Vamos? pregunto con malicia.
¡Claro que «vamos»! Está visto que no van a poder sin mi ayuda. No, no pretendas poner reparos. Necesitan un superasesor. Ya estoy aprendiendo francés, por aquello de la continuidad.
Yo me quedo callado. No sé qué es peor: si descubrir que nos gobierna la improvisación o imaginarme a Durito de supersecretario de gabinete en un improbable gobierno de transición.
Durito arremete:
Te sorprendí, ¿eh? Así que no tengas pena. Mientras no me aplasten con sus bototas siempre podré clarificarles el camino a seguir en el derrotero de la historia que, a pesar de la vicisitudes, habrá de levantar este país, porque unidos… porque unidos… Ahora que me acuerdo no le he escrito a mi vieja Durito suelta la carcajada.
¡Pensé que estabas hablando en serio! finjo enojo y le aviento una ramita. Durito la esquiva y sigue riendo.
Ya en calma, le pregunto:
¿Y de dónde sacaste esas conclusiones de que el neoliberalismo es la crisis hecha doctrina económica?
¡Ah! De este libro que explica el proyecto económico 1988-1994 de Carlos Salinas de Gortari responde y me muestra un librito con el logotipo de Solidaridad.
Pero Salinas ya no es el presidente… parece digo con una duda que me estremece.
Ya lo sé, pero mira quién redactó el plan dice Durito y me señala un nombre. Yo leo:
«Ernesto Zedillo Ponce de León» digo sorprendido y agrego:
¿De modo que no hay ruptura?
Lo que hay es una cueva de ladrones dice, implacable, Durito.
¿Y entonces? pregunto con verdadero interés.
Nada, que el sistema político mexicano es como ese gajo de árbol que cuelga encima de tu cabeza dice Durito y yo brinco y miro hacia arriba y veo que, en efecto, hay un gajo que pende amenazante sobre mi hamaca. Me cambio de lugar mientras Durito sigue hablando:
El sistema político mexicano apenas si está prendido a la realidad con pedazos de ramas muy frágiles. Bastará un buen viento para que se venga abajo. ¡Claro que, al caer, va a pasar a llevar otras ramas y cuidado el que esté bajo su sombra cuando se desplome!
¿Y si no hay viento? pregunto mientras pruebo si la hamaca quedó bien amarrada.
Lo habrá… lo habrá dice Durito y queda pensativo, como mirando al mañana.
Los dos quedamos pensativos. Volvimos a encender las pipas. El día empezaba a marcharse. Durito se quedó mirando mis botas. Temeroso, preguntó:
¿Y cuántos vienen contigo?
Dos más, así que no te preocupes por los pisotones le dije para tranquilizarlo. Durito practica la duda metódica como disciplina, así que siguió con sus «mmmh, mmmh», hasta que soltó:
Pero los que vienen tras de ti, ¿cuántos son?
¡Ah! ¿Esos? Como unos sesenta…
Durito no me dejó terminar:
¡Sesenta! Sesenta pares de bototas encima de mi cabeza! 120 botas de la Sedena buscando la forma de aplastarme! gritó histérico.
Espérame, no me dejaste terminar. No son sesenta dije. Durito nuevamente interrumpió:
¡Ah! Ya sabía yo que no era posible tanta desgracia. ¿Cuántos son, pues? Lacónico, respondí:
Sesenta mil.
¡Sesenta mil! alcanzó a decir Durito antes de atragantarse con el humo de la pipa.
¡Sesenta mil! repitió varias veces entrecruzando con angustia sus manitas y patitas.
¡Sesenta mil! se decía con desesperación.
Yo traté de consolarlo. Le dije que no venían todos juntos, que era una ofensiva con escalones, que estaban entrando por varios lados, que faltaba que nos encontraran, que habíamos borrado los rastros para que no nos siguieran, en fin, le dije todo lo que se me ocurrió.
Al rato Durito se tranquilizó y empezó de nuevo con sus «mmmh, mmmh». Sacó unos papelitos que, según me di cuenta, parecían mapas y empezó a hacerme preguntas sobre la ubicación de las tropas enemigas. Le respondí lo mejor que pude. A cada respuesta Durito hacía marcas y anotaciones en los pequeños mapas. Pasó un buen rato, después del interrogatorio, diciendo «mmmh, mmmh». Pasados unos minutos, y después de complicados cálculos (digo yo, porque usaba todas sus manitas y patitas para hacer las cuentas) suspiró:
Lo dicho: usan «el yunque y el martillo», el «lazo corredizo», la «caza del conejo» y la maniobra vertical. Elemental, viene en el manual de Rangers de la Escuela de las Américas, se dice y me dice. Y agrega:
Pero tenemos una oportunidad de salir bien de ésta.
¿Ah, sí? ¿Y cómo? pregunto con escepticismo.
Con un milagro dice Durito mientras guarda sus papeles y se recuesta.
El silencio se acomodó entre los dos y fuimos dejando que la tarde se llegara por entre las ramas y bejucos. Más tarde, cuando la noche acabó de desprenderse de los árboles y, volando, cubrió el cielo, Durito me preguntó:
¡Capitán… Capitán… Psst! ¿Estás dormido?
No… ¿Que hay? le respondí.
Durito pregunta con pena, como temiendo lastimar.
¿Y qué piensas hacer?
Yo sigo fumando, miro los rizos plateados de la luna colgados de las ramas. Suelto una voluta de humo y le respondo y me respondo:
Ganar.
P.D. QUE SINTONIZA NOSTALGIA EN EL CUADRANTE
En el radito alguien, a ritmo de blues, desgarra ésa que dice: «All it’s gonna right with a little help of my friends…»
P.D. QUE, AHORA SI, YA SE DESPIDE AGITANDO UN CORAZON COMO PAÑUELO.
Tanta lluvia y ni una gotita para saciar las ansias…
Vale de nuez.
Salud y abusados con esa rama seca que pende sobre sus cabezas y que pretende, ingenua, cobijarlos con su sombra.
Pues si ya esta akí, ya llegó…desde hace ya varios meses vengo tratando de publicar un cuadernito de cuentos y lo he estado armando en cierta forma ke se pueda imprimir por los dos lados y se engrapa y ya esta… y bueno el cuadernito es para el uso, impresion, distribución y venta por medio de los compañeros que la necesite, es
decir para Nos-Otros.
La intención es ayudar (en caso de que alguien la quiere comprar) a los distintos colectivos,
individuos de abajo y a la izquierda para sus distintos proyectos.
Kiero mencionar en este espació lo siguiente:
Todos los cuentos, los dibujos y fotos fueron hechos por Grodecz Alfredo Ramírez Ogando es decir por mi. Solamente el cartel de Rojo y Negro, el cual es de la revolución española de 1936 y el cuadrito de Historia de un Cuadrito no son mios. El cuadrito fue realizado por Rita Ponce de León a quien quiero agradecer
tan bonito cuadrito, pues fue un proyecto donde yo le envié el escrito que aquí publiqué y ella hizo el cuadrito.
La foto del los hombres de maiz es un mural en Oventic y la última foto es de un rayon que se encontraba o se encuentra en Berlin.
Aki abajo esta el PDF de la portada el primer link y el cuadernito es el segundo:
Va ke va pues ya esta y es para todos un abrazo y en estas estamos todos
Tierra, Agua y Libertad
alf…
P.D. Se les agradecera que envién sus correcciones.
P.D.2:(Como armar el cuaderno)
He encontrado un par de problemas cuando armo el cuadernito, así que les digo como le he hecho. Si imprimo el Nosotroscuentosbooklet lo que hago es doblarlo por la mitad y engraparlo, pero no alcanza hasta la mitad del cuaderno las engrapadoras, así ke lo engrapo por fuera, lo cual no se ve muy lindo.
Solución: Si tiene guillotina, cortan el cuaderno por la mitad, es decir para que les quede hojas de tamaño A5 y lo engrapan por las orillas (con un par de grapas basta pueden usar más) con una engrapadora que agarre todas las páginas pero esa engrapadora se más fácil de conseguir.
Para que se vea todavía más lindo y no se les deparrame por el lado que engraparon le ponen una cinta adhesiva (si quieren de color) a lo largo de la orilla que engraparon y ya esta.
La otra es imprimir el cuadernito Nosotroscuentos_libro en hojas A4 y les quedara un cuadeno un poco más grande pero en fin y saltandose la guillotina (pues esta vez no tenemos hojas dobles) lo engrapan por las orillas y luego hacen el mismo procedimiento ke ya les había mencionado con la cinta adhesiva.
Pues si ya comenzó el año y como todo nos dimos cuenta, el mundo rebelde como siempre resistió a los presagios que algunos seres humanos new-wave creían, en el fin del mundo que iba a ser y no fue en diciembre.
Supongo que para los que creían en el fin del mundo el 19 o el 21 de diciembre han de estar contentos también que el mundo rebelde sigue y no se acabo, tan solo comenzó un nuevo ciclo.
Los antiguos mesoamericanos observaron los distintos ciclos y al parecer aplicaron la aritmética pues desde mi punto de vista con los ciclos y relaciones numéricas hacían sus calendarios.
El primero probablemente fue el del año de 365 días (el cachito de día que falta también sabían que lo tenían que meter en algún lado y lo hicieron cada 52 años probablemente con una fiesta del fuego nuevo) que tarda la tierra a darle la vuelta al sol y los 13 ciclos lunares que duran 364 días, ya que 28 días por 13 es igual a 364, casi el ciclo solar menos un día y cachito.
Fue como crearon una relación sol-luna (a mi entender) y se creo el calendario ritual de 260 días pues es 13 semanas (ciclos lunares) de 20 días.
Ahora la relación (que tengo como hipótesis) los 20 días son el puente entre el calendario ritual y el calendario solar y de esta forma se forma la relación sol-luna.
Si multiplicamos los veinte días de la semana (mes) mesoamericano por las 18 semanas (meses) dan 360 días + 5 días vacíos tenemos entonces los 365 días.
Ahora viene la aritmética pues a cada día de la semana lo identifican con un numero del 1 al 13. (pero no se espanten sigan)
Comienzan con la semana 1 del calendario ritual y la semana 1 del calendario solar al mismo tiempo (recuérdese el ritual tiene 13 semanas de 20 días y el solar tiene 18 semanas de 20 días) y se comienza con el día de la semana que se llama Cipactli (Lagarto) y lo identifican con el numero 1, después sigue el día Ehécatl (viento) y lo identifican con el numero 2, de esta manera se podría escribir así (semana ritual, semana solar, día de la semana, numero).
Por ejemplo (1er semana ritual, 1er semana solar, Lagarto,1) el siguiente día será (1er semana ritual, 1er semana solar, Viento, 2)
así hasta Caña que es el treceabo día de la semana y se identifica con el 13, es decir
(1er semana ritual, 1er semana solar, Caña, 13), entonces para el día decimocuarto de la primera semana Ocelote (Tigre) se le identificará con el numero 1 lo cual lo escribo para hacerlo más sencillo así
(1er semana ritual, 1er semana solar, Tigre, 1), pues ya no tenemos números que poner.
De esta forma el en el calendario ritual se repite el día ( Lagarto, 1) después de 260 días en el calendario ritual, pero en el calendario solar esa fecha es la decimocuarta semana entonces la fecha sera (1er semana ritual, 14ª semana solar, Lagarto, 1) entonces cuando se llega los 360 días es el día
(5ª semana ritual, 18ª semana solar, Flor, 9) y les faltan cinco días de esta forma el primer día del año será
(6ª semana ritual, 1er semana solar, Muerte, 2).
Y como les dije ahora viene la aritmética, ya que el mínimo común múltiplo (pa’ quien no se acuerde http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%ADnimo_com%C3%BAn_m%C3%BAltiplo) entre 260 y 365 es 18980 y dividido entre 365 nos da 52 años, entonces la fecha
(1er semana ritual, 1er semana solar, Lagarto,1) se repetirá después de 52 años y nuevamente tenemos las relaciones sol-luna, según yo. (me faltan los días bisiestos, que nadie se pone de acuerdo donde los ponían los mesoamericanos)
Pero estos ciclos no fueron los que terminaron, el que termino fue el ciclo del calendario de la cuenta larga. La cuenta larga fue utilizada por casi todos los pueblos mesoamericanos del clásico y los mayas fueron los que siguieron utilizándola cuando muchos otros pueblos ya no la utilizaban por eso se le conoce como comúnmente como calendario maya, pero no es exclusivo de los mayas pues los primeros registros arquelógicos me parecen que son de los olmeca.
La cuenta Larga es un calendario cíclico muy efectivo y muy exacto, pues este cuenta días, lo cual más exacto no puede haber pues no depende del sol ni de la luna ni de los ciclos del año sino de un ciclo numérico únicamente. Ahora a los días los identificamos con un numero y bueno pues ya esta, tenemos un calendario exacto, pues a cada día se le identifica con un nombre.
Por lo tanto el calendario de la cuenta larga es un calendario que ayuda a registrar datos históricos por su exactitud. Pero recordemos que al observar nuestro mundo este tiene muchos ciclos, como el ciclo del maíz o el ciclo del sol y de la luna, entonces para que el calendario de la cuenta larga tuviera sentido con el mundo, me parece, lo hicieron cíclico así que después de por ejemplo el día 999999 seguiría el día 1000000 pero como es cíclico no tienen el millón y lo ponen nuevamente en ceros (lo que sucede con los carros cuando se acaba los números de los kilómetros andado) entonces el ciclo comienza de nuevo con 000000. (tiene otras particularidades pero como ya de seguro perdí a muchos de ustedes en el camino no quiero perderlos a todos con los detalles)
Entonces se podría decir que en el día uno las el día 0 (en la cuenta larga se comienza a contar con el cero) de este nuevo ciclo 50 000 bases de apoyo Zapatistas en Chiapas y el día 3 de la cuenta larga muchos de ustedes estaban cenando con sus familiares (fue 24 de diciembre del 2012).
Pero como vimos no acabo sino comenzó y comenzó el nuevo ciclo y este año con mucha fuerza y esperanza, así que hagamos de este ciclo algo grande y ese mundo que compartir con todos y para todos todo.
Pues por lo que he leído varios vieron pero no escucharon y me es curioso que ahora los medios y todos vuelvan a ponerles atención a los Zapatistas, pues ellos nunca guardaron silencio, las juntas de buen gobierno y la otra campaña siempre estaba en comunicación en su pagina de enlace zapatista, pero los grandes medios de desinformaciòn no les hacían caso, solo se alborotan cuando el sub escribe y el ya había escrito no como vocero sino en unas cartas el año pasado. En fin, seguimos con la otra campaña y contando historias para hacer este mundo otro mundo…besos y abrazos a los que lograron leer la última posdata…espero que sea a todos…
En matemáticas reducción al absurdo es un método de demostración, el cual ya tienen un par de milenios de utilización…Supones falsa la conclusión y encuentras que se contradice con alguna de tus hipótesis. Por lo tanto llegas a una absurdo…es decir a una contradicción y por lo tanto demostraste que tu conclusión es verdadera.
Mmmmm…Diablos se me olvidó meter en las bosas de pantalon algún libro, cualquier libro hubiera sido bueno, pero fue todo tan rápido que no me dio tiempo, todos los libros, los pocos que traía, se quedaron en el carro. Es curioso eso traer libros en el carro cuando anda uno de viaje por la sierra, pues casi nunca se llegan a leer, pero siempre los llevo conmigo,
pues uno nunca sabe…tal vez sea solo absurdo…
¡Ay! Cómo me gustaría haber bajado del carro uno esos los libros, pues ahora…me aburro como una ostra…No sé que horas son ni cuanto tiempo llevo aquí sentado…parece una eternidad con tan sólo el silbido de los tubos de luz…ni una ventanita…¡Ay! Cómo no alcancé a sacar algún libro del carro…
A ver que vemos acá…algún patrón el piso o en la pared…Nada, nada, lo más cercano a algún patrón es en la pared ese color crema sucio, un sucio de grasa sobre las paredes, pero ningún patrón…y el suelo…ese no esta mejor…ni tiene ni baldosas que contar, gris y sucio también…
Bueno por lo menos una pregunta me viene a la cabeza:
¿Cómo es posible que este todo tan sucio si huele harto a cloro,
y huele a que hoy en la mañana lo encloraron todo? No lograron quitar las manchas en la pared de grasa, ni las manchas en el piso…y eso que lavaron con cloro…
en fin…busco y busco con que entretenerme y solo el silbido de la lampara…claro la reja esa si tiene un patrón, son rectángulos y tienen translaciones y rotaciones de ciento ochenta grados pero…
ay…me gustaría tener, ya no un libro, sino una pluma y un papel, tal vez pueda construir una bonita tecelación con la sombra del enrejado de la puerta…pero ni eso me dio tiempo…por lo menos algo con que rayar las paredes sobre el color crema sucio…trataré con las manos de hacer figuras en la pared…pero solo se engrasa más y no logro hacer ninguna teselación linda…
uy…y si hago una canción…buscare un ritmo en mi cabeza…pero nada…solo se me ocurre la reducción al absurdo…
Bueno, en este caso el absurdo parece que es la conclusión, pues por primera vez me ha tocado que los policías no se dejan corromper y ni me lo insinuaron. Por primera vez me tocan policías muy correctos que cumplen con su deber y además de todo muy eficientes en un reten.
Tengo que elogiar la coordinación actual de la policía en menos de diez minutos a pesar de encontrarnos en medio de la sierra ya tenían la información que necesitaban y ya me llevaban al ministerio público, donde tenían la ficha de que el carro estaba reportado como robado…y bueno que le vamos a hacer me agarraron a mi con el carro…como quien dice con las manos en la masa…no hubo forma de que escucharan mis argumentos…ellos decían que ya se los sabían todos…entonces pensé que lo que querían era dinero, así que lo intente, pero nada…me fue peor…luego luego me subieron a la patrulla un de los policías manejo el carro hasta el ministerio y a mi pues para los separos…
ay…por lo menos que vengan por mi ahora para que pase de nuevo a ver a la juez y tratar de volver a explicar mi caso…pero nada…
La juez también fue incorrompible leyó la ficha y bueno ahora se seguirá una investigación pues el carro esta reportado como robado, todo conforme a la ley y pues si a mi… a mi me agarraron en posesión del carro…
Reducción al absurdo pienso yo… ahora viene la pregunta, absurda…¿Quién lo habrá reportado como robado? Pues el absurdo es que yo no reporte nunca mi carro como robado y lo más absudo es que yo estoy encerrado esperando el proceso por haber robado mi carro…
Reducción a la absurda…
alf-redo…mil-puertas….(transcribiendo una historia verdadera)
P.D. Al final me soltaron conforme a la ley y después de muchas idas a la sierra liberaron mi carro también, tan solo me cobraron la estancia de mi coche en el corralon.
Preguntaba Maya a mamá, aquella tarde lluviosa al tener que ver las viejas fotografías, pues salir a jugar al parque era imposible con tremendo aguacero.
-Y…¿dónde está Maya?
Volvía a preguntar al reconocer en la foto a mamá y ella no debía estar lejos, pues siempre había estado junto mamá.
-Maya no estaba, Maya todavía no nacía.
Unos momentos se quedaba Maya pensativa, no podía comprender la posibilidad de no existir. Por lo que volvía a preguntar.
-Y…¿dónde esta Maya?
Todavía no estaba, le contestaba mamá.
En los ojos de Maya se notaba la angustia de no estar y de no ser, de que existiera la posibilidad antes de Maya. Un mundo sin Maya no se comprendía, no para Maya, no podía ser.
-Y…¿dónde esta Maya?
Mamá al ver la angustia, contesto así: Maya tan solo no estaba así como ahora, Maya era un sueño, Maya era una idea, Maya era una esperanza, por lo que tan solo se podía sentir más no ver. Maya ahora solo cambió. Maya ahora se puede ver. Maya puede hablar, reír y preguntar ¿dónde esta Maya?
Mamá Christina
Un nuevo amanecer por Beatriz Aurora, autora de postales zapatistas.
(Yo solo lo transcribí, el cuento que me contó mamá Christina; alf-redo…mil-puertas)