Destrucción de los cuerpos en el capitalismo.

Las actuales practicas que obligan a la gente a destruir sus cuerpos, en un caso para poder vivir, y en el otro para poder sentirse vivos a través del goce hedonista de esculpir el propio cuerpo, son en realidad, dos polos del mismo problema llamado capitalismo, ellos muestran como este sistema destruye los cuerpos humanos y de forma mas refinada -si usamos los conceptos de Bourdieu-, ambos casos son un mismo problema de la incorporación del capitalismo en el habitus de la gente.

Por ejemplo, las porteadoras de Melilla en Marruecos, quienes literalmente destruyen su cuerpo cargando diariamente pacas de ropa usada de 60 kilogramos, para con ello, conseguir un sueldo con el que puedan retrasar la desnutrición y el agotamiento diario, hasta que algún día sus cuerpos no resisten mas el cansancio y mueren.

Por otro lado, tenemos un cumulo de practicas burguesas que se obsesionan con la búsqueda de la auto-representación de un cuerpo perfecto, a estas se les ha llamado el trastorno obsesivo compulsivo de la Vigorexia, un concepto creado por el Dr. Harrison Pope, que fue nombrado en sus inicios como “anorexia inversa”, hoy denominado “complejo de Adonis” “Dismorfia muscular”, este es descrito como un trastorno que se caracteriza por la distorsión de la imagen propia y la obsesiva búsqueda del cuerpo “esfinge”, al rededor del cual se construye un halo de creencias y practicas mediante las cuales el «cuerpo delgado, musculoso y ágil es perfecto», el vigorexico cae en un circulo vicioso para mantener un cuidado eterno que haga a la estética lograda con ejercicios extremos algo perdurable y eterno; naturalmente las gentes que consumen y reproducen las practicas vigorexicas, no tienen la suficiente capacidad de análisis o de auto critica, como para observar que esta es una consecuencia de la cultura de masas, las pobres conciencias burguesas que sucumben al discurso capitalista que promueve objetos de consumo y vende emblemas identificatorios, mismos que inciden en la construcción de la masculinidad y feminidad, al tiempo que trasmiten modalidades acerca del amor, el cuerpo, el deseo y del goce; en consecuencia, lo estético prevalece sobre la conciencia, es así como la iconografía del cuerpo que más se acerca al Idílico es festejada y reconocida como «aquello mas deseable que activa nuestra fuerza de la libido con solo observarlo».

En un mundo que operé bajo esa lógica, la forma de establecer relaciones interpersonales con los individuos no la da importancia a la preparación profesional de la gente, sus reflexiones o sus buenas o malas intenciones para con los demás, solo importa que sus cuerpos seam tan «suculentos» como el mejor banquete; en esa forma de pensar es posible observar la educación que hemos absorbido lentamente en fabrica de neo mitología (Holliwood) ¿que clase de ,mundo hemos creado, en el que la gente se preocupa mas por pagar la mensualidad de un buen gimnasio que por conseguirse los libros con los que obtendrá el criterio necesario para su educación? ¿deberíamos preocuparnos mas por los vigorexicos que eligen pagar grandes sumas de dinero por el suicidio, que por aquellos cuerpos sobre explotados en trabajos inhumanos como los de las porteadoras de Melila?, por que el desorden psicológico de la vigorexia sirve solo para calificar a los burgueses? y ¿por que nadie escribe sobre la vigorexia a la que los desposeídos deben abrazar de forma obligatoria?

(Reflexiones llenas de culpa de un burgués cuarentón en cuarentena, quien intentaba reconstruir la historia de su actual obesidad)

David Arrela