Mariposas y doscientas

Antes:

La incertidumbre, la preocupación, el salir corriendo, el esconderse, el olvidarse, ir al baño. Todo junto, todo revuelto, aunque un poco antes lo sabias, ya no había nada que hacer, ya estas preparado, y sin embargo todo revuelto. Mas nunca se esta del todo preparado.

¿Cómo prepararse cuando el cuerpo le tiene miedo al dolor?

Cuando este recuerda las tantas tardes en que lo llevaste al limite, y las otras tantas en que el estomago saco todo lo que tenia y lo que no tenia adentro. Cuando tu cuerpo recuerda las tantas veces que dolió y ahora estas justo antes de volverlo a hacer.

¿Y ahora? Justo antes de comenzar, justo antes de empezar, todo junto, todo revuelto.

¿Habrá que salir corriendo? Piensas. ¿Por qué lo vuelvo a hacer? Te preguntas. Sigues en ese momento sin encontrar respuesta y otra vez ahí, como muchas tantas veces preparado para salir, para volver a empezar.

Una vez más las mariposas revolotean dentro de tu estomago.

Un momento de concentración.

Ya no hay regreso, no hay vuelta de hoja.

Te olvidas de salir corriendo, de la preocupación, del esconderte, de ir al baño, piensas que olvidas el dolor que no ha llegado, aunque sabes que llegara.

Ahora:

Subes dos escalones, te inclinas, respiras hondo, suspiras sonando a gritos, unos segundos de inmovilidad y…

¡Paz!

Todo comienza, tu comienzas, te clavas, te deslizas, una raya negra abajo indica tu trayectoria, tus piernas dan el ritmo que han de seguir tus brazos. Sacas los brazos juntos y escuchas el ritmo que tus piernas juntas marcan:

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac,…

En el trac sacas los brazos y en el tercero los vuelves a sumergir, y esto sigue y sigue.
Es el ritmo que ya conoces. Sabes que suena bien, sino fuera así sabrías enseguida que habrá un desastre y que va a doler, ¿tal vez más?

Respiras, y

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac,…

Continuas en ese ritmo, se acerca la primera vuelta, solo piensas como siempre el primer tostón vuela.

Después de la vuelta te deslizas como flecha, descanso para los brazos y las piernas continúan dando el ritmo:

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac

Y respiras, y sigues,

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac

Otro tostón que vuela se acerca. Piensas que solo falta la mitad, pero

¡Uy! Los brazos. Te deslizas

¡Uy! Solo la mitad y los brazos…

Las piernas marcan el ritmo y salen los brazos en el mismo momento que antes, donde deben salir.

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac

Todavía todo suena bien, pero…¡uy! Y los brazos

¿Cuánto aguantarán?

No lo sabes, pero lo que si sabes es que no llegaran completos.

Traaac,…,trac,…,traaac,…,trac

Las piernas ponen más fuerza, más el ritmo y los brazos se dejan ir, mas… ¡uy! Y los brazos.

La raya negra sigue abajo, sigue de guía, todavía no pasas las banderas, todavía no acaba el tercer tostón, y las piernas te siguen sosteniendo.

Uff la vuelta,

uff la flecha,

uff el deslizarse,

Un pequeño descanso para los brazos y piernas pero no es suficiente.

¡Uy! Los brazos, los hombros, y ya sientes las piernas.

Respiras, sabes que no deberías hacerlo, pero igual lo haces, las piernas marcan el ritmo un poco, algo más lento,

Traaac,.………..,trac,…………,traaac,………..,trac

Todavía salen los brazos donde deben salir, pero ¡uy! Y los brazos…

Van a tronar, ya lo sabes no hay nada que hacer, solo esperar a que no sea muy lejos del final del último tostón, ahora solo esperas que las piernas aguanten, pero ya no solo las sientes, ya duelen.

Solo falta la octava parte de todo lo que ya haz hecho, eso te anima, mas no te ayuda,

¡Uy! Y los brazos…y las piernas

Traaac,.………..,trac,…………,traaac,………..,trac

Un dieciseisavo y se acabo, pero y los brazos comienzan a no salir y las piernas no pueden hacer nada, intentas bajar el ritmo para que los brazos descansen, tomas aire a bocanadas cada que puedes, tratas de sacar los brazos y estos salen pero ya duelen, y cuando llegas a las banderas, ya no solo duelen los brazos, también las piernas, los hombros, el abdomen, todo, y tu…

Solo aprietas los dientes, gritas en silencio, lloras con coraje y sigues.

Un esfuerzo más.

Tocan los brazos juntos y se termino.

Después:

El dolor, el inmenso dolor en todo el cuerpo, el dolor al que antes tanto le habías temido ya se encuentra contigo. Duele todo, duele mucho y solo agachas la cabeza y aprietas los dientes y buscas forma de tomar aire. Otra vez ahí, es un dolor que no puedes gritar y lo curioso es una satisfacción que no la puedes describir, pero que esta ahí junto al dolor, junto a las mariposas.

Por las mariposas lo volverás a hacer

alf…