Otoño.
Sales de la Biblioteca.
Sigue la pregunta bailando en tu cabeza, le buscas respuesta pero no la encuentras inmediatamente. Siempre que te sucede eso sabes que lo mejor es dejarla para después, dejarla descansar un rato, pero tu necedad te lo impide y tu cabeza le sigue dando vueltas y vueltas:
¿Qué es lo que estaban pensando?
¿Qué es lo que trataban de registrar en sus libros?
¿Qué es lo que querían comunicar?
¿Por qué pareciera que el este lo describen a veces en el norte?
¿Por qué la rotación del este al norte?
¿Por qué hicieron esa rotación, que significa?
No lo entiendes, pues no corresponde a lo que haz aprendido de ellos anteriormente, no concuerda con tu conocimiento previo, con las fuentes que conoces.
¿Habrá algo en especial, o es simplemente otra interpretación o es la influencia exterior de otro pueblo?
Le quitas el candado a bicicleta que te han prestado durante tu estancia y emprendes el camino a casa, por la ciudad.
¿Por qué hay veces que el este se encuentra en el norte?
Piensas en la contradicción de los datos pues el cocodrilo apareció en el documento que te encontrabas estudiando en el norte y no en el este donde nace el sol.
Te saca del curso de tus pensamientos el aire frío otoñal. Todavía no es realmente frío pero ya lo sientes en las manos mientras andas en bicicleta; el aire frío es como pequeñas agujas en tu piel, en tus manos, el cual causa dolor y esto te obliga a quitar una y otra mano del manubrio para calentarla con tu aliento y protegerla por unos momentos del aire en tu chamarra mientras con la otra mano sufres el frío.Pero es otoño y por eso tu no llevaste los guantes contigo, no pensaste en el frío.
Al parar en semáforo en rojo junto con los autos, tienes la oportunidad de calentar un poco ambas manos con tu aliento y frotarlas para generar calor. Haz olvidado las contradicciones, los documentos, ahora te encuentras ocupado con el frío y la bicicleta.
-Es increíble que exista un carril y un semáforo exclusivamente para bicicletas- piensas mientras el semáforo se encuentra en rojo y tu calientas las manos.
El semáforo para las bicicletas continua en rojo, mas no el de la vuelta a la derecha para los autos.
Por precaución te orillas a la banqueta un poco más, cuando en eso asotas de espadas en el pavimento y no entiendes que sucede solo sientes que te arrastran de la pierna, haz perdido la bicicleta, intentas hacer movimientos para soltarte pero parece imposible soltarte, de pronto escuchas un sonido parecido a un desgarro y termina tu travesía por el pavimento.
No sabes lo que trono si fue el auto, tu pierna o que fue, no entiendes lo que paso.
De pronto a tu alrededor se junta la gente y una mujer grita histérica, observas el miedo en sus gritos, el horror y te horrorizas tu también, no sabes en que estado te encuentras, pero por los gritos no puede ser algo bueno, así comienzas a tratar de verificar tu estado y lo primero que sientes es un fluido cálido desde tu espalda hasta tu pierna izquierda y no la sientes.
Nadie se acerca realmente a darte auxilio, solamente observan o gritan.
Sin embargo tu pierna continua contigo y la puedes mover y te giras para poder sentarte en la banqueta y continuar con tu inspección individual pues nadie te ha ayuda ni te dice nada. Por lo que piensas que es probable que solamente te encuentres imaginando que te volteas y que te inspeccionas y que te sientas en la banqueta, pues todos se encuentran tan lejos de darte auxilio que quizás te encuentres desamparado.
Ante la incertidumbre de que es lo real, decides continuar con tu inspección.
Observas que tu pantalón se encuentra totalmente desgarrado y tu pierna izquierda solo tiene algunos raspones.
Te quitas la mochila de la espalda o lo que queda de esta, tu termo se encuentra destrozado es donde se explica el fluido caliente, es el café.
La copia del códice Fejérvary, con el cocodrilo en el este, se encuentra destrozada, ningún trabajo de restauración podrá salvar a tu copia.
A lo lejos escuchas la ambulancia, ese sonido insoportable que lastima los oídos de la misma forma que los gritos de la mujer que no paran.
Piensas que viene en tu auxilio pero al bajar los paramédicos se concentran únicamente en la mujer y le proporcionan auxilio a ella. Al encontrarte olvidado y sin auxilio de nadie, solamente puedes confiar en tus sentidos y en tu inspección física.
Vez la bicicleta tirada a unos 20 metros de distancia, la recoges y compruebas ahora su estado, que es bueno.
Olvidado y solo te subes nuevamente a ella y tomas camino a casa, corriste suerte, a pesar de la arrastrada de norte a este…
Ahora entiendes menos…solo…
¡Tierra, Agua y Libertad!
alf-redo…mil-puertas…