Hay otro once de septiembre, otro que es de traición y de dolor a los pueblos del mundo.
Hay otro once de septiembre, otro el cual no fue televisado, no fue mediatizado y sin embargo fue terrorifico.
Hay otro once de septiembre, uno que apesar de los daños, de los crimenes contra el pueblo sigue impune.
Hay ese otro once de septiembre donde se intento acabar con la rebeldia de un pueblo y de los pueblos del mundo.
Hay ese otro once de septiembre donde creyerón matar sueños de iguladad y bienestar para todos.
Hay ese otro once de septiembre en que mataron y torturaron a mucha gente a mucho pueblo que soñaba y que luchaba para que todos tuvieran todo.
Hay ese otro once de septiembre que sigue en la memoria de como el imperio no le permitio ser libre ni le permitira serlo.
Hoy rendimos homenaje a todo el pueblo que sufrió y sufre ese otro once de septiembre, pues la pesadilla todavía después de más de tres decadas no acaba.
Al Pueblo Chileno, al Pueblo Mapuche, al Pueblo de América, al los Pueblos del Mundo que resisten y sufren del la explotación del Estado y del Imperialismo, vamos juntos y luchando.
Así que: Marchar, marchar que el Pueblo va a triunfar.
¡El Pueblo únido jamás será vencido!
Un poema que encontré en Kaos en la Red de Mario Benedetti, a un hombre que soño:
«ALLENDE»
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadilla,
para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los odios y además los aviones y los tanques,
para batir al hombre de la paz tuvieron que bombardearlo hacerlo llama,
porque el hombre de la paz era una fortaleza Para matar al hombre de la paz tuvieron que desatar la guerra turbia,
para vencer al hombre de la paz y acallar su voz modesta y taladrante tuvieron que empujar el terror hasta el abismo y matar más para seguir matando,
para batir al hombre de la paz tuvieron que asesinarlo muchas veces porque el hombre de la paz era una fortaleza.
Para matar al hombre de la paz tuvieron que imaginar que era una tropa, una armada, una hueste, una brigada, tuvieron que creer que era otro ejercito,
pero el hombre de la paz era tan solo un pueblo y tenia en sus manos un fusil y un mandato y eran necesarios más tanques, más rencores, más bombas, más aviones, más oprobios, porque el hombre de la paz era una fortaleza.
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadilla,
para vencer al hombre de la paz tuvieron que afiliarse siempre a la muerte matar y matar más para seguir matando y condenarse a la blindada soledad,
para matar al hombre que era un pueblo tuvieron que quedarse sin el pueblo.