Bueno pues va tatan la tercera parte de la escuelita Zapatista y van a ser más de cuatro eso estoy casi seguro.
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..mmm…pues donde nos quedamos…ah sí ya sé, en la lección 14 y nos vamos para la quince.
Pues si, entonces estamos en la lección 15, es cuando comenzó la practica, es decir termino la teoría y como ya los deje descansar un par de semanas pues ya era como que hora que les contara la practica, tal vez acá ya tengamos más fotos. Pero tan solo tal vez…
Bueno cuando dejamos el caracol, después de las clases en conjunto, nos mandaron en grupos a las comunidades y ahora si, empezaba la escuelita de a devis. Bueno por lo menos eso sentimos.
Y nuevamente la lección tres, que fue la paciencia hizo gala de estar ahí, es decir, a tener nuevamente que aplicar la lección ya aprendida y tan mentada por el Sub Marcos en sus comunicados. Que como ya dije, no fue la primera lección, pero si fue una lección que tuvimos que aplicar nuevamente, sobre todo si son tantas personas.
La otra lección que se tuvo que poner en practica es poner atención y escuchar, hacer caso pues, ya saben que de repente a comer y que los camiones salen y nuevamente nos encontrábamos muy ocupados con la tostada los alumnos, a pesar que el guardián nos andaba correteando. No escuchamos y no dejamos, por lo mismo no dejamos que nuestro guardián escuchara o llevara acabo lo que se tenía que hacer.
Pues así en antes de la hora de la tostada y los frijoles, se avisaró a que hora salían los camiones y a que comunidades. Nosotros por estar buscando al tostada, pues no pusimos atención y nos confiamos que el guardián supiera todo y de seguro si lo sabía, pero no eramos de gran ayuda para llevara acabo el plan.
Así fue como de “repente” ya teníamos que volver salir en los camiones las comunidades y uno con la tostada en la boca y corriendo con la mochila y el guardián apurándote…y…y tanto fue el apuro que alguno de nosotros (por suerte esta vez no fui yo) se olvido de la maleta y de la hamaca…(como digo por suerte no fui yo)
Después de un par de horas dentro de la caja de una pick-up, ya de noche, llegamos a la comunidad. Hace mucho tiempo que no veia una obscuridad tal, tan solo los faros de la pick-up iluminaban un poco y las linternas de los compañeros te hacían saber que ya estabas ahí.
En este momento comienzo a narrar un poco mas personal pues llegué con el grupo al pueblo de Dolores Hidalgo, Municipio Autónomo San Manuel. Esta fue el pueblo donde fui a la escuelita y más menos (supongo) a otros 40 compañeros estudiantes.
Llegamos entonces en esa noche obscura de lunes, al pueblo de Dolores Hidalgo. Mal dormido, cansados de los viajes y de la larga lección del día, todos estábamos esperando ver donde estaban las tablitas donde nos tocaría dormir esta nueva noche.
Pero claro. todo eso se olvido al entrar nuevamente al pueblo. Todo el pueblo nos estaba esperando junto a la cancha de futbol y aplaudía cada que llegaba una pick-up con alumnos y así se levantaba el animo, a pesar de estar mal dormido y cansado.
Fue ahí donde mi guardián (y ahora doy su nombre por primera vez) Esteban me indicó con quien nos tocaba ir.
Ya con la familia asignada, tuvimos nuevamente que esperar en esa noche obscura obscura, donde las luciérnagas eran destellos y parecían casi estrellas a nivel del suelo, esperar a que Esteban fuera a la radio a avisar las cosas que los compañeros habían olvidado.
Al llegara a casa, alumbrada solo con la luz de la leña en la cocina y un par de velas. Nuestros anfitriones nos dijeron a Esteban y a mi que compartíamos cuarto con otra compañera alumna.
Nos dieron de cenar donde no hubo palabras, pero sin embargo me sorprendió mucho que antes de cenar nos mostraron donde nos podíamos lavar las manos y antes de ir a la cama donde cepillarnos el diente, pues, y también nos mostraron donde esta la letrina.
Ya en el cuarto alumbrado por una vela, a repartir lugares y pues a la compañera le dejamos la cama. Por lo que a nosotros pues nos tocaba entonces suelo…pero NO. Han de recordar yo traía mi hamaca y no la había olvidado, ese si que fue un tesoro que les compre a los compas presos políticos de la voz de Amate.
Pues, colgamos la hamaca y me toco nuevamente dormir en hamaca y no en la colchoneta en el piso, que tampoco hubiera estado mal. si no hubiera sido por que Esteban antes de dormir alumbro todo el piso con su linterna para ver si no había huecos por donde se escondieran o se metieran al cuarto esas pequeñas serpientes de colores rojo, amarillo y negro…Uff, no había, pero yo sigo muy contento de haber tenido una hamaca.
Lección 15: Si estas en la cercanía de la selva antes de dormir revisa bien por todos lados el suelo, no vaya a ser que te encuentres una coralillo.
Así con el cansancio en los huesos, caímos todos como bultos y a dormir.
Por la madrugada volví a sentir nuevamente la ausencia de la cobija de la Tía Luisa, pero no por mucho tiempo ya que la voz de Esteban me llamaba: «Ya despierta compañero que hay que desayunar, para ir a la milpa»
Esta Historia continuará…no se pierdan el hacer la milpa.
Por ahora ya habiamos aplicando algunas cosas aprendidas.
Ya comenzaba la practica y yo extrañado la cobija de la Tía Luisa…¿Por qué no le hice caso a la Tía Luisa?- Me preguntaba la segunda noche consecutiva…
Va ke va
besos y abrazos a todos…
desde algún rincón…
alf-redo-Ik…Mil-Puertas-Ik…