-Usted debería dejar de comer miedo. Dice el Doc.
-Mire que eso ayudaría a su circulación, a su tranquilidad y a su seguridad.
-Al Miedo no se le puede dar buen sabor. Dice el Chef.
-El Miedo es frió. Dice el Pingüino
-además de húmedo y pegajoso…el Miedo cala hasta los huesos y no te permite soñar y no permite nadar y no permite correr y no permite volar.
-Comer Miedo es horroroso. Asegura el mesero y el comensal.
-Sin embargo es toda una adicción, dice el obrero.
La gente lo come con singular frecuencia, y pareciera que entre más, mejor. Lo consume todos los días, a todas horas y en cualquier lugar.
-Comprar Miedo y comer Miedo se convierte en una actividad fundamental hoy en día con las consecuencias que esto con lleva.
-Alejese, protejase, encierrese, armese, persigase, persigalos a todos los que son distintos a usted; es decir a todos.
El Miedo hace todo y todos sean sus enemigos.
¿A Quien ayuda el tener miedo? ¿Pregunta usted?
A usted definitivamente, no. Ya lo dijo el Doc, pero sí al que tiene el control, al que lo vende, al que lo administra y castiga con el Miedo; le responderá la Osa.
Y después de tantos miedos te invitara como el Doc a dejar de comprar y comer miedo.
Basta con un par de horas de reflexión, mucho valor y solidaridad de muchos para empezar a acabar con tan terrible adicción, cuenta el Pingüino y el Murciélago.
Y aún no estando en Libertad y en obscuridad al acabar con el Miedo se puede después poder volar, nadar, soñar… .
Pues vámonos a volar, nadar, correr y a Soñar en Solidaridad.
¡Tierra, Agua y Libertad!
¡Presos Políticos Libertad!
alf-redo…mil-puertas